Facundo Affranchino debutó como futbolista profesional allá por el año 2007, defendiendo la camiseta de River Plate. En el conjunto Millonario integró el plantel que logró el título en el marco del Torneo Clausura 2008 pero luego le tocaron vivir tiempos difíciles, con el descenso incluido. Finalmente, a comienzos del 2012, el volante por derecha abandonó las filas del elenco del barrio porteño de Núñez para iniciar su primera aventura lejos de allí, más precisamente en San Martín de San Juan.
Luego, el futbolista nacido en la provincia de Entre Ríos defendió los colores de Belgrano de Córdoba, Lobos BUAP de México, Unión de Santa Fe, Ferro Carril Oeste, Instituto de Córdoba, Villa Dálmine y Olmedo de Ecuador. Sin embargo, en medio de tiempos de pandemia, el jugador que actualmente tiene 30 años de edad la pasó realmente mal hasta que logró abandonar el territorio ecuatoriano para retornar a Argentina, donde compartió los detalles de su odisea.
"Fue una supervivencia. Comíamos lo que encontrábamos con mi novia, a veces ni siquiera algo que tenga que ver con un almuerzo o con una cena. La cuestión era llenar la panza de alguna manera. Un compañero me ayudó un poco, pero no podía pedir mucho porque no sabía si lo podía devolver. No tenía sueldo, no tenía dinero y la sufrimos mucho", comenzó exteriorizando el futbolista que ahora logró volver a Argentina en declaraciones brindadas a la agencia de noticias Télam.
"En Olmedo se demoraron para pedir mi habilitación. Cuando la solicitaron, pasada la segunda fecha, la FIFA dio una provisional donde podía jugar por tres meses mientras analizaban mi caso con Villa Dálmine, pero ellos ya sabían de esa situación. Estaba dispuesto a hacerme cargo de un resarcimiento económico", continuó disparando Affranchino, que apuntó que desde Olmedo lo instaron a las modificaciones en el contrato para inscribirlo en un Fair Play económico.
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"Prácticamente me pedían que rompa ese contrato y hacer uno nuevo, por un año y que resignara la mitad del sueldo. No estuve de acuerdo, no lo quise hacer y tampoco tenía garantías. 'O te bajas del contrato o no te inscribimos', esas fueron las palabras de la dirigencia de Olmedo. El vicepresidente me había bloqueado el teléfono. Fue una locura, nunca se preocuparon por mí, fue un sufrimiento porque encima mi familia no podía hacer nada", completó el futbolista.