Horror. Ni más ni menos. “Fue como servir a niños inocentes ante un pedófilo en bandeja de plata”. La expresión de Simone Biles para definir los aberrantes abusos que sufrieron cientos de gimnastas por parte de Larry Nassar cuando era el médico del equipo nacional de gimnasia de Estados Unidos marcaron el pulso en el Senado de Estados Unidos.
No fue la única Biles. Junto con la múltiple medallista olímpica declararon ante el Senado de su país sus compañeras McKayla Maroney, Maggie Nichols y Aly Raisman. Apuntaron directo contra la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) al declarar ante la Comisión de Justicia del Senado. Todas hablaron de negligencia del FBI en la investigación tras su acusación a Nassar, tras la denuncia presentada por primera vez a la agencia en 2015. Todas afirmaron haber sido víctimas de Nassar, que en 2018 fue condenado a 175 años de prisión, por abusos a más de 150 gimnastas.
”No quiero que ningún otro joven atleta olímpico o ningún otro individuo sufra el horror que yo y que otros cientos han soportado y continúan soportando hasta hoy”, dijo Biles. Y agregó: “Para ser clara, culpo a Larry Nassar pero también a todo el sistema que permitió y perpetró el abuso. USA Gymnastics, el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos sabían que yo estaba siendo abusada por su médico del equipo”.
La búsqueda del Senado de Estados Unidos es aclarar por qué razón la oficina del FBI en Indianápolis (lugar donde tiene la sede la Federación de Gimnasia) respondió de manera inadecuada y tardía a las primeras acusaciones de abuso sexual contra Nassar. Un hecho que permitió al ex médico seguir perpetuando sus abusos.
“Después de contar mi historia completa de abuso al FBI en el verano de 2015, el FBI no solo no reportó mi abuso, sino que cuando finalmente documentaron mi reporte 17 meses después, hicieron afirmaciones completamente falsas sobre lo que dije”, precisó la gimnasta que en los Juegos de Tokio 2020 se retiró de la final por equipos y posteriormente del all-around individual para “cuidar” su salud mental. Biles y sus compañeras sostuvieron que el FBI les dio “la espalda” durante la investigación al ex médico.
En suma, una investigación interna por parte del Departamento de Justicia, que se difundió en julio, señaló que el FBI cometió errores esenciales en su función y que no trató el caso con “la mayor seriedad” después de que la Federación de Gimnasia notificara por primera vez las acusaciones a la oficina del FBI en Indianápolis en 2015. Por su parte, el FBI reconoció que su conducta fue imperdonable, ya que al menos 40 niñas y mujeres habíán manifestado dicho que fueron víctimas de ataques una vez que el organismo estaba al tanto del problema.
La primera gimnasta que denunció a Nassar fue Maggie Nichols, quien reportó los abusos a su Federación y, por ello, fue convocada junto con sus compañeras y el Inspector General del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, responsable de emitir un duro reporte en julio pasado al criticar al FBI por estropear la investigación con una serie de errores que permitieron que los abusos continuaran durante muchos meses.
Raisman, por su parte, expresó: “Fue como servir a niños inocentes ante un pedófilo en bandeja de plata”. Mientras que el director del FBI, Chris Wray, testificó: “Lo siento profunda y profundamente por todos y cada uno de ustedes. Lo siento por lo que ustedes y sus familias han pasado. Lo siento, que tantas personas diferentes, los decepcionen una y otra vez. Es algo totalmente inaceptable. Y lamento especialmente que hubo personas en el FBI que tuvieron su propia oportunidad de detener a este monstruo en 2015 y fracasaron”.
La investigación del FBI se inició en julio de 2015, luego de que el presidente y director ejecutivo de la USA Gymnastics, Stephen Penny, comunicó las acusaciones a la oficina de campo del FBI en Indianápolis y proporcionó a los agentes los nombres de tres víctimas que deseaban testificar. Pero esta oficina, que por entonces estaba dirigida por el agente especial a cargo W. Jay Abbott, no abrió formalmente ninguna investigación. El FBI apenas entrevistó a una testigo meses después, en septiembre de 2015, pero no documentó formalmente esa entrevista en un informe oficial conocido como “302” recién hasta febrero de 2017, mucho después de que el FBI arrestara a Nassar por cargos de posesión de imágenes sexualmente explícitas de menores en diciembre de 2016.
Mientras Nassar cumple en la prisión de Michigan sus condenas por las sucesivas agresiones sexuales y posesión de pornografía infantil. Durante los últimos cinco años, cientos de deportistas se animaron a contar su verdad y revelaron que Nassar había abusado de ellas mientras pretendía tratar sus lesiones.