El cuadro femenino de Wimbledon cuenta en esta edición con la participación de Emma Navarro, una tenista de 23 años que actualmente ocupa el puesto 17 del ranking de la WTA y ha llamado la atención de los fanáticos. No por su juego, sino por la fortuna que tiene en sus cuentas bancarias.

Es que la deportista que nunca pasó de una tercera ronda de un Grand Slam y apenas suma un ATP 250 en sus vitrinas esconde una fortuna superior a la de figuras como Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic juntos. Sí, el tridente que ha hecho historia en el tenis ni siquiera sumando sus ceros alcanza los de esta joven norteamericana.

Emma es hija de Ben Navarro, un magnate estadounidense cuya fortuna supera los 1.500 millones de dólares según informa la revista especializada Forbes. Semejante número parece inalcanzable para los mejores tenistas de la historia que entre los tres no llegan a los 1.000 millones, según el mismo medio.

Ben Navarro hizo su fortuna en apenas un puñado de años porque en 1998 fundó el Grupo Sherman que se especializó en tarjetas de crédito y cobro de deudas y en la actualidad es el propietario de Credit One, emisora de más de 18 millones de tarjetas de crédito.

Su fanatismo por el tenis, heredado de su padre Frank (abuelo de Emma), lo llevó a comprar el torneo Western & Southern de Cincinnati a cambio de 300 millones de dólares. Y ahora su hija se enamoró de la raqueta y llegó más lejos que cualquiera en su familia.

La carrera de Emma Navarro

La joven Navarro dio el golpe esta temporada cuando en Indian Wells eliminó a la bielorrusa Aryna Sabalenka, por entonces número 2 del ranking de la WTA. Fue ese día que marcó su nombre en el circuito y dejó de ser una promesa, ya que en el tenis ya se la nombraba desde 2019, cuando alcanzó la final de Roland Garros juvenil.

En 2024, el título 250 de Hobart y los cuartos de final en San Diego y Auckland, además de su gran actuación en Indian Wells le permitieron escalar en el ranking y ahora se ubica en el puesto 17.

Es justamente el Grand Slam de Wimbledon, en donde debe enfrentarse a la japonesa Naomi Osaka, tras haber barrido a la china Wang, el torneo en donde todos los ojos estarán puestos en ella. Su alivio es que si las cosas no salen como espera, su familia cuenta con el respaldo suficiente como para volver a iniciar una y otra vez.