Cuando comenzó la temporada 20/21, el Everton se colocó rápidamente en la cima de la Premier League ilusionando a muchos con una campaña histórica. Carlo Ancelotti se las ingenió para armar un equipo que, en los nombres, prometía meter un batacazo en Inglaterra. El líder de esta plantilla era, nada más y nada menos que James Rodríguez. Al final, el colombiano ni siquiera terminó jugando y los Toffees acabaron décimos en la clasificación tras 38 partidos.

Los objetivos del Everton a principio de campaña eran muy claros. Carlo Ancelotti y sus dirigidos tenían ‘entre ceja y ceja’ terminar el campeonato entre los primeros cuatro puestos de la Premier League para tomar un boleto que les permitiera jugar la próxima UEFA Champions League.

Con el transcurso de la temporada, Everton fue flaqueando y comenzó a perder puntos contra rivales que debía superar. Sí, logró ganar partidos de calibre venciendo al Chelsea, Liverpool o Tottenham. Sin embargo, le costó imponerse contra los equipos de mitad de tabla para abajo. A eso hay que sumarle que James Rodríguez completó más de dos meses de baja por lesión. ¡¡Sí, DOS meses!!

Con los malos resultados y las constantes lesiones de varios jugadores de la plantilla, Everton fue cediendo terreno en su lucha por lograr un cupo de Champions League. Para el cierre de temporada, el panorama para Ancelotti se acortó: había que luchar ahora por un cupo a la UEFA Europa League o arañar el único cupo que da la Premier para jugar la nueva Europa Conference League.

Ni lo uno ni lo otro. En la última fecha, se resignaron todas las posibilidades y Everton acabó décimo en la tabla de posiciones. El objetivo primordial no se cumplió. Además, James cerró la temporada sin poder jugar. Le dio prioridad ala Selección Colombia y en la próxima temporada no podrá jugar torneos UEFA, al menos con el Everton.El sueño de Champions será para otra ocasión.