Una vez más, el fútbol aficionado en Colombia es noticia en el país y no precisamente por algo bueno. Por estos días, la ciudad de Pereira acoge un torneo que promueve el fútbol juvenil masculino en las categorías 2006 y 2008. Lo que se supone sería un evento para descubrir nuevas promesas del fútbol colombiano, terminó en un bochornoso escándalo donde la violencia fue la protagonista.
En las redes sociales, un video grabado en este torneo ha generado total repudio y rechazo por parte de la prensa y aficionados al fútbol nacional. El técnico y los jugadores del equipo juvenil Club Real Vallecaucano protagonizaron una brutal paliza contra los árbitros. El estratega del equipo se encaró con los jueces hasta que provocó una golpiza colectiva.
Escándalo en el fútbol aficionado de Colombia
Del 8 al 15 de enero, la ciudad de Pereira recibió la Copa Nacional del Café donde participaron equipos juveniles de Risaralda, Nariño, Putumayo, Valle del Cauca y Caldas. Los equipos participantes contaron con jugadores entre los 16 y 18 años de edad. Futbolistas que está en plena formación y desarrollo deportivo, con el objetivo de encontrar alguna joya que pueda dar su paso al fútbol profesional.
Toda esa expectativa se esfumó luego de que el técnico del Club Real Vallecaucano agrediera, física y verbalmente, a dos árbitros. Todo quedó grabado. El DT de este equipo juvenil reta a los jueces a una pelea, según él, por decirle “arrimado”. En cuestión de segundos, todo se salió de control y los jugadores se unieron para protagonizar una vergonzosa paliza a los colegiados.
Técnico del Club Real Vallecaucano presentó sus disculpas
Luego de que el video de la brutal paliza se difundiera por las redes sociales, el técnico involucrado en la vergonzosa agresión a los árbitros puso la cara en las redes sociales del equipo. Allí, pidió disculpas a los jueces y las ligas deportivas involucradas en el desarrollo de este torneo juvenil en Pereira.
Según varios relatos entregados por jugadores del equipo involucrado, la reacción se dio por comentarios de grueso calibre por parte de los colegiados. Algunos jugadores señalan que los árbitros lanzaron improperios e insolutos racistas contra los jóvenes.