El fútbol colombiano vive una época turbulenta. Los malos arbitrajes se han convertido en un protagonista indeseado, empañando la transparencia del juego y generando un ambiente de desconfianza e indignación. Los equipos pequeños y grandes sufren por igual las decisiones arbitrales erróneas, pero aquellos que se atreven a denunciarlas se enfrentan a un sistema que parece no tener oídos para sus reclamos.

Los equipos pequeños son los que más sufren las consecuencias de los malos arbitrajes. No tienen la misma capacidad de presión que los equipos grandes, y una decisión arbitral en su contra puede significar la diferencia entre ganar o perder un partido.

Las últimas semanas han sido particularmente intensas. Entrenadores, jugadores, directivos e incluso hinchas han alzado su voz para expresar su descontento con el arbitraje. La situación ha llegado a tal punto que la Dimayor ha tenido que salir a dar explicaciones y prometer medidas para mejorar la calidad del arbitraje.

El entrenador

Leonel Álvarez, entrenador del Deportivo Pereira, envió un mensaje a los árbitros de la Liga Colombiano señalando que no son castigados severamente los que mas se equivocan. Este mensaje refleja el sentir de muchos en el fútbol colombiano. Es hora de que los árbitros asuman su responsabilidad y brinden un espectáculo digno de la pasión que genera el fútbol en este país.

Leonel Álvarez al mando del entrenamiento del Deportivo Pereira.

“Me preocupa mucho porque no queremos que haya tragedias en los estadios. Estos árbitros indudablemente son más los buenos, pero hay otros que sí le da a uno pena. Está bien que usted se equivoque una, dos y tres veces, pero seguido no. Andrés Rojas estuvo en el VAR de Medellín-Pereira y hubo penal clarísimo. Aquí estuvo en el partido con Junior, entonces pongámosle cuidado a esto. Les están dando las herramientas, pero hay gente que el coco no le da”

El futuro del fútbol colombiano está en juego. Los malos arbitrajes están poniendo en riesgo la credibilidad del FPC y alejando a los aficionados. Es hora de que las autoridades del fútbol colombiano tomen medidas contundentes para solucionar este problema.