Independiente Santa Fe firmó la vergüenza más grande de toda su historia, luego de caer derrotado 2-1 contra River Plate, en la fecha 5 de la fase de grupos de la Copa Libertadores, que solo pudo formar 11 jugadores y no tenía cambios para hacer durante todos los 90 minutos.
Los primeros seis minutos del partido no se los imaginaba ni el hincha más optimista de River Plate ya que al tener 27 bajas, un jugador de campo como arquero, en muy poco tiempo se fue arriba en el marcador por dos goles y el panorama que pintaba pesadilla se convirtió en un paraíso.
Un error increíble de Fáiner Torijanole abrió la puerta al equipo argentino ya que le quedó la pelota picandoa Fontana para irse solo frente al arquero Leandro Castellanos y aunque en la primera opción falló en el mano a mano, el rebote le quedó a Fabrizio Angileri, quien con el arco vacío marcó el 1-0.
Luego fue el turno para Julián Álvarez para demostrar que es uno de los delanteros con más proyección en Argentina y luego de una pelota al espacio, la bajó de pecho y pegó la media vuelta enseguida para sacar un bombazo al ángulo y Castellanos nada pudo hacer para controlar el disparo.
Con el 2-0 a favor, River se encargó de defender el resultado y la misión era que Independiente Santa Fe no rematara al arco, la cual fue cumplida a cabalidad ya que durante los 90 minutos los colombianos apenas lograron hacer tresdisparos al arco, dos de ellos sin ningún peligro alguno para el improvisado arquero EnzoPérez.
A falta de 17 minutos para el final del partido, Kelvin Osorio, después de una buena descolgada por la banda izquierda de Jhon Arias, recibió el centro para empujar el balón y poner el descuento, que simplemente adornó la vergüenza mundial que sufrió Santa Fe en la Copa Libertadores.