Ahí va Salma Paralluelo con toda su velocidad y estampa de crack. La toca Aitana Bonmatí, de quien Pep Guardiola dijo estar enamorado. Se la lleva Jenni Hermoso que tiene un juego ídem. Cata Coll sale jugando de los pies como si jugara al medio y no en el arco. La defiende Irene Paredes, qué apellido para una defensora que no deja pasar una. Teresa Abelleira desde el círculo central maneja los tiempos, los hilos, los ritmos. Olga Carmona haciendo goles fundamentales. Y hasta ingresa Alexia Putellas, la mejor jugadora del mundo, que apenas sumó un puñado de minutos. Pero es tanta la calidad de esta España que casi no la extrañaron. Un equipo de puro fútbol, de toque y espacios, de posesión y fútbol total. Unas campeonas de lujo.

El círculo se cierra a la perfección. En el 2018 lograron su primer título sub 17. En el 2022, fue su primera vez en el sub 20. Y con la victoria inapelable ante Inglaterra, pese al corto 1-0- en la final de Australia y Nueva Zelanda dieron una vuelta olímpica merecida. España es el campeón absoluto: con una generación majestuosa de futbolistas y con una base de lujo para el futuro, es el vigente campeón de todas las categorías del fútbol femenino. Aplausos.

La gloria es merecida

No dejó dudas España. Muy atrás quedó aquella derrota 4-0 ante Japón, aún en la fase de grupos, que hizo temblar a la península ibérica. Fue la única vez que falló un equipo que llegó a Australia y Nueva Zelanda con un único objetivo. Aprovechar una camada de jugadoras maravillosa, muchas de ellas quienes lograron la Champions League con el Barcelona -la segunda en su historia-, que disfrutan ahora sí de tener una liga profesional por la que vienen luchando.

A excepción de aquel tropezón, España hizo un Mundial espectacular. Jugando un fútbol de alto vuelo, manejando el balón y los espacios con criterio, con inteligencia, buscando siempre el arco de enfrente y mostrándose firmes atrás. Que se sobrepuso a no tener a Putellas en su mejor forma, a la lesión de Athenea del Castillo en el inicio del Mundial, que brilló en bloque, en conjunto, y de esa manera logró que sus individualidades se destacaran. Y muchos resultados fueron cortísimos: mereció muchos más goles de los que terminó convirtiendo.

Una final a la altura

Inglaterra no era un rival fácil. En los cuartos de final de la Euro 2022 había vencido a España 2 a 1 para luego encaminarse al título. Es cierto, de aquel partido a éste, las Lionesses perdieron a tres jugadoras claves: Beath Mead, Liah Williamson y Fran Kirby. Sin embargo, durante la Copa del Mundo el equipo de Sarina Weigman demostró que tenía con qué reemplazarlas: apareció en su esplendor Keira Walsh, se sumaron Lauren Hemp, Alessia Russo y una Lauren James que se perdió dos partidos por expulsión pero que volvió para la final.

Tuvo chances el campeón europeo. En un primer tiempo con más llegadas de ambos, Hemp estrelló un tiro en el travesaño de Coll y encendió las alarmas. Del otro lado apareció nada menos que la mejor arquera del torneo: Mary Earps justificó el premio que recibió después en cada intervención. Se la sacó a Paralluelo y Redondo a los casi 20, a Salma también le ahogó el grito antes del ir al descanso, se estiró para evitar que un tiro de Mariona se le metiera en un rinción, le atajó un penal a Jenni Hermoso en el segundo tiempo…

Pero no pudo con el remate cruzado de Olga Carmona. Una jugada de manual. ¿Atacar el espacio? Ver el gol de España: un cambio de frente perfecto a las espaldas de Lucy Bronze (jugadora del Barcelona igual que Walsh), Mariona que se la cedió a Olga Carmona y la merengue que ajustó la mira y con el zurdazo cruzado logró quebrar el cero de Earps. Golazo.

Las quintas campeonas

Pese a desperdiciar el penal, España no dejó que Inglaterra le manejara el partido. Aunque tuvo algunos momentos de zozobra, la victoria no pareció estar en duda. Porque además de fútbol se notó el convencimiento y la personalidad de un equipo que además se sobrepuso a la crisis previa: la renuncia de 15 jugadoras a la selección, la pelea con el entrenador, el perdón de Jorge Vilda a tres jugadoras para sumarlas a la lista mundialista, los momentos de incomodidad que quedaron a la vista durante la Copa del Mundo…

Hacia adentro parecieron blindarse: nada de lo que se dijo afuera las pudo afectar. El objetivo era uno y detenerse en todo lo demás sólo iba a distraerlas y no querían darse ese lujo. Esta generación de jugadoras merecía ser campeón.

Con la eliminación de Alemania en fase de grupos y las tempranas salidas de Estados Unidos, Japón y Noruega; Australia y Nueva Zelanda iba a tener un campeón de estreno. Así, España anota su nombre entre las selecciones campeonas, es la quinta selección en lograrlo en nueve mundiales disputados. Y la particularidad: lo hizo en su tercera Copa. Porque debutó en el 2015, en el 2019 se despidió en octavos y ahora logró un título más que merecido.

La gloria es toda Roja.