No, no hay que agradecerle a los jugadores de Boca por la final que empezará mañana y terminará el 24 de noviembre.
Y aunque tengan un poco más de mérito, nos atrevemos a decir que a los de River tampoco.
¿Entonces, Bolavip? ¿Quién es el responsable? Bueno, para nosotros, el culpable de que haya un Superclásico en la final es nada más y nada menos que Everton, la "figura" de Gremio.
Ausente en la ida por lesión y revulsivo en el partido de vuelta, el delantero tuvo en sus pies las chances de garantizar la clasificación de su equipo.
Un buen pase dejó a la defensa de River destartalada y Everton se vio frente a frente con Franco Armani, el colosal arquero del Millo. Su definición no fue la mejor y la pelota fue rechazada por el 1 de la Selección argentina.
En conferencia de prensa, el jugador de 22 años fue consultado por aquella jugada y reveló un dato que pudo haber interferido en la clasificación de su equipo.
"Aún no lo superé. No pude dormir la noche del partido porque me quedé viendo una y otra vez la jugada. Sigo enojado conmigo porque sabía que no estaba al 100%. Entré 'para ganar ritmo' después de tres semanas sin actividad y contra River jugué sin haber entrenado un día". ¡Estás demente, Everton!