Nahitán Nández fue el gran emblema de Boca en la final de la Copa Libertadores ante River, amado por todos los fanáticos luego de la dura derrota.
El uruguayo quedó muy dolido tras no conseguir el ansiado objetivo, pero sabe que el fútbol y la vida dan revancha, por lo que hay que seguir.
En este contexto, encontró la mejor manera de comenzar a olvidarse de todo lo que significó ese partido y la repercusión que tuvo.
Se fue a la playa, entonces, con amigos y su novia, para así relajarse un poco y disfrutar de una tarde en paz.