Jamás en la historia de su carrera, Leo Messi había sido abucheado y silbado siendo local en su equipo. En Barcelona era algo inadmisible y en el PSG pasó en apenas la primera decepción que hubo como club al ser increíblemente eliminados de la Champions League ante el Real Madrid el pasado miércoles, en uno de los partidos que será recordado por mucho tiempo si de remontadas se trata.

Injustamente, uno de los máximos apuntados en los reclamos fue Leo Messi, ya que fue de los mejores en el Santiago Bernabéu y en el primer partido que tuvo el PSG de local tras esa derrota el recibimiento fue completamente hostil, con abucheos y silbidos para el mejor jugador del mundo y para Neymar, así como también otros jugadores del conjunto parisino como Marquinhos y Kimpembe.

Sin embargo, tras los primeros minutos del partido, con la victoria casi asegurada desde el arranque contra el Bordeaux (último en la Ligue 1), los reclamos comenzaron poco a poco a acallarse por la buena actuación del PSG en el Parque de Príncipes, la cual terminó siendo completamente convertida en aplausos tras el golazo de Leandro Paredes.

El argentino recuperó la pelota atrás de mitad de cancha, condujo junto a Messi, picó al área y tras ensuciarse un poco la jugada, la “Pulga” la emprolijó para que Paredes termine con el arco a su merced pero con siete rivales encima.

Esto no fue problema para el ex Boca, ya que hizo una de futsal amagando el remate y dejando dos defensas desparramados. Luego, la puso al ángulo con la zurda, al único lugar donde no podían llegar ninguno de los otros defensores ni el arquero del Bordeaux. Impecable golazo para silenciar el estadio.