Después de la coronación en 2024 de la Copa Sudamericana, el año de Racing arrancó convulsionado y la conquista de la Recopa ante Botafogo en Brasil no trajo calma. Por estos momentos, el club atraviesa varios frentes de conflictos internos que no permiten que la paz reine. La nueva dirigencia con Diego Milito al frente, la dirección técnica de Gustavo Costas y el plantel parecen transitar por caminos distintos y las consecuencias empezaron a notarse adentro de la cancha con los rendimientos de los últimos partidos y las declaraciones de algunos protagonistas.
Bolavip pudo conocer detalles de lo que ocurre puertas adentro de un club que ha dado pasos gigantescos en lo deportivo en los últimos tiempos pero que ahora no parece dar con la armonía que se esperaba para este nuevo año en donde el gran objetivo es la Copa Libertadores.
La nueva dirigencia y Gustavo Costas
No es una novedad afirmar que Gustavo Costas no era el entrenador soñado por Diego Milito. Ni tampoco es la primera vez que una directiva asume con la “herencia” de un cuerpo técnico. Esas comillas no son una casualidad, porque fue el ídolo de la institución el que le firmó la renovación al DT después de la presión externa.
Con la consagración en la Sudamericana, la unanimidad de los socios en cuanto a la aprobación de Costas obligó al por entonces candidato presidencial a dejar de lado su proyecto original y apostar por el experimentado DT, reconvertido en ídolo de la Academia.
Incluso, después de ganar las elecciones en Racing de manera contundente, las primeras reuniones del agente del técnico con los representantes de la nueva directiva no fueron para nada positivas, al punto tal que en el primer meeting hubo quienes pensaron que la oferta de renovación era una broma porque no condecía con lo que un entrenador campeón debería cobrar. Finalmente, y tras varias rispideces, se llegó a un acuerdo, al que en realidad ninguna de las dos partes quedó del todo conforme. Pero eso no es todo.
Una vez iniciada la pretemporada, empezaron los problemas con el armado del plantel. La dirigencia no pudo retener a Juan Fernando Quintero, quien incluso en una entrevista contó que Diego Milito jamás lo llamó personalmente. Luego, el propio Costas salió a presionar en una entrevista con TyC Sports exigiendo la contratación de Adrián Balboa, quien finalmente llegó. Aquella declaración no gustó nada en la directiva, pero el DT se mantuvo firme e ignoró el reto recibido desde arriba.
Roger Martínez fue otro de los que se marchó por no arreglar su contrato y hace apenas unas semanas, con la temporada ya arrancada, aterrizó Richard Sánchez, el mediocampista paraguayo que se sumó fuera de tiempo y aún no ha debutado.
Gustavo Costas, campeón de la Sudamericana con Racing.
Las nuevas medidas de Milito y la dirigencia
Diego Milito es el presidente de Racing y su objetivo, según declaró en campaña, es darle al club un “salto de calidad” al club que incluye, entre otros aspectos, la renovación edilicia del Cilindro de Avellaneda, el desarrollo de un proyecto deportivo institucional y “la necesidad de profesionalizar la gestión operativa”.
En ese camino, en sus primeros pasos renovó los comandos de las Inferiores. Miguel Gomis, director general, nombró a su hijo, Pablo, al frente de la Reserva y volvió a contratar a Ezequiel Videla, esta vez como coordinador del área. Además, reemplazó a todos los técnicos de las divisiones menores (algunos cambiaron de categoría y otros fueron despedidos), salvo Matías el Chaco Martínez que se mantuvo en la séptima.
Además, estableció un nuevo código de vestimenta para dirigentes, que ahora deben vestirse de pantalón largo y camisa. Un look muy parecido al de un partido político nacional, del que forman parte varios integrantes de la nueva comisión. Justamente, una consultora ligada a ese mismo partido ahora se puso al frente del departamento comunicacional.
En cuanto al manejo del fútbol, delegó varias funciones (por no decir todas) a Sebastián Saja. Quien se desempeñaba como entrenador de arqueros en Inter Miami, ahora es el mánager al frente del club y es el nexo entre el entrenador y el plantel con la dirigencia. Pero aquí también hay roces profundos.
Los conflictos del plantel con Saja y Milito
Milito con el cheque de Racing campeón de la Sudamericana.
Cuando la nueva dirigencia asumió las riendas del club se encontró con una situación incómoda de resolver. Había varios futbolistas que entendían que sus salarios estaban por debajo de lo que debían percibir.
Muchos habían llegado a Racing como agentes libres o de clubes menores y durante 2024 se afianzaron como figuras de un equipo que alcanzó la gloria en la Sudamericana. Por eso, éstos fueron a golpear la puerta para rever los números.
La respuesta fue dolorosa porque desde la dirigencia no había demasiadas intenciones de aumentar el presupuesto para subir sueldos de jugadores con contratos vigentes. Allí comenzaron algunos comentarios por lo bajo dentro del vestuario para la nueva directiva.
Pero lo que más molestó fue que la oficina de Milito se volvió inalcanzable. Como se mencionó anteriormente, el presidente delegó estos asuntos a Saja, quien fue el encargado de “poner la cara” ante cada reclamo individual y colectivo. Y en este contexto, no hay reclamo más colectivo hoy en Racing que el de los premios.
A punto de entrar en abril de 2025, los campeones aún no han cobrado el premio por el título y ni siquiera se han puesto de acuerdos con la cifra. “Es delicado”, sueltan desde la dirigencia, mientras que desde el plantel ya se cansaron de dialogar con Saja.
Es así que ahora es Franco Zuculini, Team Manager de la institución, el que tiene más feeling a la hora de resolver estos conflictos y ha asumido el rol de dialogar para ser el nexo. Es que al tratarse de un ex futbolista al que los jugadores tienen mas llegada, por ser hermano de Bruno, uno de los referentes del vestuario, es él quien hoy por hoy dialoga más con el vestuario.
El futuro de Racing y el sueño de Costas
Con todo este panorama, Racing vive un año en el que busca la coronación máxima: la Copa Libertadores. Es el propio Costas el que ha dicho en varias ocasiones que ese es el objetivo del plantel y a eso apuntará pese a tener una dirigencia que nunca lo tuvo en carpeta como prioridad y a un equipo que sigue sin resolver algunos conflictos con la directiva.
En cuanto a resultados, hay dos caras. En el plano internacional, Racing le dio una paliza a Botafogo y se alzó con la Recopa en Brasil. Pero en el plano local no está siquiera entre los 8 mejores de su zona y podría ser eliminado de la Copa de la Liga en la fase de grupos.
Mientras todo esto sucede, por lo bajo hay quienes advierten que Costas no solo mira la Libertadores como un sueño a alcanzar, sino también, la oficina que hoy ocupa Diego Milito.
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