Alfredo Di Stéfano es un ícono del fútbol mundial, un ídolo que fue reconocido hasta sus últimos años en el Real Madrid, que supo ser un emblema de River y Millonarios y que fue considerado uno de los mejores de todos los tiempos, antes de la aparición de Diego Armando Maradona y, lógicamente, Lionel Messi. En tiempos donde la globalización no se había apoderado de la sociedad, fue protagonista de un acontecimiento traumático: fue secuestrado por un grupo guerrillero en Venezuela, mientras representaba al Merengue.
Luego de ganar en cinco oportunidades consecutivas la Copa de Europa -actual Champions League- Real Madrid, con Alfredo Di Stéfano presente en cada una de las conquistas, fue a disputar el Mundialito de Clubes a Venezuela en 1963, en una época movida a nivel político y social en Latinoamérica, pero también en Europa, con realidades muy diferentes entre sí. Y la cuestión política sería un detalle para nada menor en el secuestro de la Saeta Rubia, pese a que él nunca se había manifestado al respecto.
En Latinoamérica estaba muy presente la presencia de los golpes de Estado cívico-militares, los cuales tenían como figura contrapuesta -en muchos países- a guerrillas de izquierda que, en muchos casos, buscan visibilizarse mediante algunos atentados o bien con secuestros, tal como sucedió el 24 de agosto de 1963 en Caracas, Venezuela. La víctima fue el mejor jugador del mundo, quien por entonces estaba allí con el Real Madrid para jugar un certamen amistoso con equipos de la talla de Porto, Millonarios de Colombia y San Pablo.
¿Cómo fue el secuestro de Alfredo Di Stéfano?
Real Madrid se hospedaba por aquel entonces en el hotel Potomac de Caracas y a las 6 de la mañana suena el teléfono en la habitación que compartía Di Stéfano con el uruguayo José Santamaría. El conserje les comunicó que la policía estaba esperando a la Saeta Rubia, pero este no se presentó en recepción, a los minutos, tanto el conserje como esos falsos policías estaban en la puerta de su habitación y se lo llevaron. Una vez en el auto le comunicaron que estaba secuestrado, pero que nada le pasaría, su intención no era pedir rescate ni lastimarlo.
La Saeta Rubia, ídolo del Madrid. (Foto: @ChampionsLeague).
Luego de varios cambios de vehículos, con la intención de marear a Di Stéfano, los secuestradores le sacaron las vendas de los ojos y le aclararon no solamente que no lo iban a lastimar sino que le ofrecieron abundante comida, cigarrillos, habanos, la posibilidad de pasar el tiempo jugando a juegos de mesa y también apostar a los caballos. Claro está que los secuestradores querían dar un golpe de efecto tanto al gobierno venezolano de aquel entonces que tenía como presidente de Rómulo Bentancourt y también a Francisco Franco, quien comandaba los destinos de España, con una dictadura sangrienta.
¿Quiénes secuestraron a Di Stéfano?
Los encargados de privar de su libertad a Alfredo Di Stéfano fueron las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN). Su líder era el cubano, criado en Venezuela e hijo de españoles anarquistas, Paul Del Río, quien tenía como nombre de guerrilla Máximo Canales. Del Río era artista plástico y sus pinturas estaban por todas las paredes donde tenían secuestrado a la Saeta Rubia. En cuanto al nombre de la operación del secuestro la llamaron Julián Grimau.
Di Stéfano en tapa de La Nación.
El Madrid jugó con Di Stéfano secuestrado
Increíblemente, el 25 de agosto de 1963, un día después del secuestro de su gran estrella -quien todavía seguía raptado- el Real Madrid salió a jugar contra el Porto y el propio Alfredo Di Stéfano escuchó por radio el partido de sus compañeros. Además, allí se enteró que la delegación había dejado el hotel céntrico de Caracas para instalarse en la embajada de España. Un detalle no menor es que el partido se jugó por expreso pedido de Santiago Bernabéu, quien por entonces presidía el club.
Liberación y a la cancha
Tres días después de ser secuestrado, Alfredo Di Stéfano fue liberado. Sus captores lo dejaron en la calle con algo de dinero e instrucciones para ir a la embajada de España. La Saeta Rubia salió corriendo al quedar en libertad y se dirigió donde estaban sus compañeros. Esa noche durmió con mucho miedo y al día siguiente salió a jugar contra San Pablo, nuevamente por pedido de Santiago Bernabéu.
La liberación, en la tapa del diario La Nación.
¿Qué dijo Di Stéfano del secuestro?
Años después de ser liberado, Alfredo Di Stéfano se refirió al tema: “Llegué a perdonar a mi secuestradores: eran altruistas, gente con un ideal -declaró-. No puedo olvidarme; tengo en casa un cuadro firmado por uno de ellos (Del Río/Canales). Me lo regaló para resarcirme del sufrimiento. ¿Síndrome de Estocolmo? No, hasta ahí no llego. Fue todo muy extraño. Antes de volver de Venezuela, la embajadora me regaló un loro que decía chévere y más y más. Al subir al avión pedí el aire acondicionado al máximo, no dejaba de sudar del susto. El loro se enfrió y murió a los cuatro días en Madrid”.
Di Stéfano tras ser liberado. (Foto: @javigon56).