No fue una victoria más la de la Selección Argentina ante Países Bajos. El equipo de Lionel Scaloni logró salir de un durísimo golpe como lo fue el doblete de Wout Weghorst y se impuso en los penales tras 120 minutos muy calientes. Es por eso que se vio a un Lionel Messi furioso tras el encuentro.

 

La ligaron el árbitro Mateu Lahoz y Louis Van Gaal, pero el más afectado fue el autor de los goles neerlandeses. "¿Qué mirás, bobo?", le dijo el 10 al rival, quien después tuvo un cruce con Sergio Agüero en los pasillos. Un rato después, el jugador del Besiktas rompió el silencio.

"Yo quise darle la mano después del partido le tengo mucho respeto como jugador de fútbol pero él tiró mi mano al costado y no quiso hablar conmigo", aseguró el delantero sobre su cruce con el mejor del mundo. Luego contó más detalles.

 

"Mi español no es muy bueno pero me dijo palabras irrespetuosas y eso me decepciona", aseguró y remarcó: "Estoy realmente decepcionado". Messi no es de enojarse con los rivales, pero en la tanda de penales se jugó un partido aparte. Por suerte, hubo final feliz para nosotros.