RECUERDOS DE LIMA

Por Darío Sanhueza

Y llegó el momento de debutar en la Copa. Extenso viaje, con escalas, sin alojamiento en la ciudad donde se jugaría el partido, y clima con esa combinación calor+humedad tan devastadora para quienes no estamos acostumbrados a aquello. Al frente un rival que, para hacer un parangón local, era como una mezcla entre Ñublense -por ser su debut en la Libertadores tras su mejor campaña histórica en la liga local- y Colo Colo -por la cantidad de jugadores que emigraron luego de ser campeones-.

Partamos desde el final. Colo Colo debió ganar este partido, y por más de un gol de diferencia, pero de alguna forma terminamos valorando el punto porque Cortés tuvo dos tapadas clave, y si el partido duraba cinco minutos más quizás lo perdíamos.

Debió ganar Colo Colo, porque sin brillar, en muchos pasajes del partido se vio superior a un Deportivo Pereira muy voluntarioso, pero ostensiblemente rústico. Ya a los quince segundos una incursión de Damián Pizarro pudo terminar en la red colombiana, y a partir de ahí varias aproximaciones hasta el torpe penal del arquero Quintana a un Bolados que había definido mal un gran pase de Gil. Por suerte en esta ocasión el exceso de celo reglamentario jugó a favor nuestro y ordenaron repetir el penal muy mal pateado por el Colorado, que enmendó el error y marcó un 1-0 que reflejaba lo que pasaba en el campo, pero el no aumentar la ventaja ante un equipo futbolísticamente inferior nos llevaba mentalmente a la farra de Lima del 2022, con ese empate increíble ante Alianza.

Claro, porque en el segundo lapso el partido se empezó a jugar en los términos que imponía Pereira, a los ponchazos, sin demasiada elaboración, y Colo Colo se empezó a alargar, particularmente por el retroceso de la línea defensiva. Igual, la sensación que predominaba era que en cualquier momento podía caer el segundo, sobre todo con un mano a mano de Damián bien resuelto por el arquero y un remate de primera de Gil que se fue por nada.

Colo Colo no pudo superar a Deportivo Pereira en la primera fecha de Copa Libertadores | Foto: Photosport

Sin embargo, Pereira se empezó a arrimar por ímpetu, con los arranques por derecha del zurdito N° 7 Kevin Palacios, y tuvo una clarísima que salvó Cortés con el pie, con muy buenos reflejos. Y ahí las sensaciones cambiaron. Poco después llegó el empate, en una desaplicación entre la línea defensiva: pierde el pivoteo Ramiro González, aparece Rodríguez en el sector de Falcón y no alcanzó a cubrir Jeyson Rojas, que poco antes se había pegado un pique monumental para salvar un mano a mano, parecido a uno que tuvo con Cobresal en la desgraciada campaña del 2020.

Más allá del forzado -y correcto- ingreso de Dani Gutiérrez por De los Santos -con el diario del jueves, no debió jugar-, no funcionaron los cambios. Castillo entró en otra frecuencia y desconectado absolutamente de la temperatura del partido, Benegas no gravitó como el partido anterior, y los otros fueron reactivos al gol del empate, con poco margen para maniobrar.

Tuvo una Colo Colo, con un derechazo de Fuentes que se fue muy cerca, pero la postal del partido termina siendo la última atajada de Cortés, que permitió al menos no perderlo, lo cual habría sido un castigo durísimo a la insuficiente jerarquía del Cacique para cerrar el partido.

Siempre es bueno salir vivos de una visita en la Copa, y esperemos que la perspectiva del tiempo termine contribuyendo a la conclusión que fue un punto ganado, pero por ahora predomina la sensación más amarga de saber que Colo Colo pudo y debió ganar este partido, tal como sucedió aquella vez en Perú, y no lo logró porque le falta jerarquía para cerrar este tipo de encuentros. Ahora Copa Chile -seguramente con equipo alternativo- y luego un partido que puede ser clave para el desarrollo del torneo contra la UC. A seguir remando.

Colo Colo también igualó 1-1 con Alianza Lima en un increíble partido de Copa Libertadores | Foto: Photosport