Sin duda que uno de los partidos más emblemáticos en el Clásico Universitario entre la Universidad de Chile y Universidad Católica, está el duelo disputado en el año 2011, en donde los Cruzados -quienes vencieron por 2-0 en la ida a la U- tenían todo para coronarse como campeones de dicho torneo, pero los adiestrados por en ese entonces, Jorge Sampaoli, consiguieron hacer una gesta heroica y vencieron por 4-1 a la UC, alzándose con el campeonato.

Uno de los protagonistas de ese entonces para el conjunto de la precordillera fue el volante argentino, Tomás Costa, quien en la previa a una nueva edición de este clásico dialogó con Directv Sports y revivió lo que fue ese fatídico momento para el plantel de la Franja.

“Lo pasé mal y me sentí culpable tras la final ante la U. Fue difícil, costó mucho asimilarlo. No pudimos coronar un semestre maravilloso. Me fui del club, pero a los seis meses quería volver”, partió señalando Costa.

En la misma línea, el mediocampista indicó que, dentro de su larga estancia en la Universidad Católica, lo único que le faltó para poder cerrar un buen ciclo, fue un título, el cual hasta día de hoy lamenta ya que estuvieron muy cerca.

Tomás Costa no pudo ser campeón en la UC | Foto: Agencia Uno

“Faltó una cuota de suerte para lograr un título. Fueron años tristes, porque estuvimos muy cerca de conseguirlo, pero fuimos el inicio de todo lo que pasó después. No cambiaría todo lo que viví en la UC por un título”.

El conjunto Cruzado en los últimos años ha podido conseguir una gran cantidad de títulos de forma consecutiva, algo que alegra a Costa, quien señala que es algo que la gente de la UC merecía desde hace mucho tiempo.

Fue bravo en tres años llegar al camarín quedando con las manos vacías. El DT Martín Lasarte me decía: ‘Hay que hacerse cargo de este momento’. Por eso me dio tanta alegría estos últimos años del club, porque toda esa gente se lo merecía”, afirmó.

Finalmente, el argentino tuvo palabras para lo que significa este Clásico, el cual a pesar de como vengan ambos equipos, es un partido que se juega aparte “siempre tiene un condimento especial, más allá del momento que viven ambos clubes”, cerró.