Desde todo punto de vista, lo de la noche del pasado martes en el estadio El Campín, de Bogotá, fue lamentable, luego de que los hinchas de Atlético Nacional invadieran una tribuna familiar para pegarle a niños, ancianos y mujeres que estaban en este sector del estadio, lo que llevó a la barrabrava de Independiente Santa Fe a invadir la cancha atender el suceso, ante la incapacida policial.

Las imágenes fueron lamentables, pero hubo una en especial en la que varios fanáticos del equipo verdolaga, pertenecientes a la barrabrava Los Del Sur, empezaron a pegarle de la manera más cobarde y en estado de indefención al hincha santafereño en varias ocasiones en el piso.

Pero no contentos con eso, el homicida Julián Mateo Molina, empezó a pegarle patadas en la cabeza con el único fin de asesinar al hincha de Santa Fe dentro del estadio. Pero para fortuna del seguidor rojo pararon la masacre y pudo ser llevado a un centro asistencial para ser valorado.

“El subsecretario Camilo Acero visitó en el Hospital Mederi a Edison Romario Ducuara, el joven de 26 años que fue golpeado brutalmente por unos hinchas del Nacional. Presentó trauma craneoencefálico moderado y fractura en la nariz. Afortunadamente se encuentra fuera de peligro”, señaló en su cuenta de Twitter Luis Ernesto Gómez, Secretario de Gobierno de Bogotá.

Mientras tanto, se sigue en la búsqueda del homicida Julián Mateo Molina, quien tiene una investigación pendiente con la justicia por homicidio, al igual que su hermano Cristian Molina, procesados desde el año pasado, pero que no están tras las rejas.