El cántico del ‘Ole’ es muy popular en el centro y sur de América. Lo que empezó hace muchos años como una alabanza al buen juego, hoy en día es un arma de doble filo para los hinchas y equipos. Según varios registros, este canto empezó en 1958, cuando los hinchas mexicanos quedaron deslumbrados con el talento del brasileño, Garrincha. En la actualidad, se ve más como una provocación y ha dejado a más de una fanaticada en ridículo.
¿Qué significa ‘Ole’? Una palabra que proviene del árabe y cuya etimología significa “Por Dios”. Se volvió una expresión muy arraigada del castellano de España, siendo muy popular en los bailes andaluces y las corridas de toros. El ‘Ole, Ole, Ole’ se adaptó al fútbol, inicialmente, como una forma de alabar las destrezas de un jugador o equipo en cancha. En los últimos años, se entona en los estadios cuando un equipo baila a su rival: en el juego y el marcador.
De cualquier manera, su “buen uso” se está perdiendo, al punto de volverse algo provocador. Algo tan folclórico del show y del espectáculo deportivo se está perdiendo. Incluso, los protagonistas del juego ya están pidiendo que se deje de usar. En Bolavip armamos un pequeño manual para saber cuándo se canta el ‘Ole’ en un estadio de fútbol. Uno de buena fe.
El ‘Ole’ en un partido de fútbol
Cuándo se puede:
- Tu equipo va ganando 3-0 (o más) y ya faltan menos de 5-10 minutos para que se termine el partido. Se vale cantar el ‘Ole’ para avivar el ambiente en el estadio.
- Se mete un perrito a la cancha. Ni los jugadores ni la logística de seguridad lo pueden agarrar.
- El crack de tu equipo hace una jugada de fantasía que hace levantar al público (pero ojito, es solamente después de la jugada y ya).
Cuándo no se puede:
- Cantar el ‘Ole’ al minuto 12 y con el partido 0-0. PROHIBIDO. Esto ocurrió en la Copa América 2024 con la hinchada de México. Luego perdieron contra Venezuela.
- Las finales que se juegan con ida y vuelta. No puedes cantar el ‘Ole’ en el partido de ida. Quedan 90 minutos por jugarse, todo resultado es remontable.
- Cantarle el ‘Ole’ a tu propio equipo, a modo de provocación.