Atlético Nacional jugó un partido amistoso contra América de México en Estados Unidos. El club verdolaga salió un poco de las actividades en Colombia, aprovechó la interrupción de su calendario por el Mundial Femenino Sub 20 y viajó a Orlando, Florida, para adelantar un juego que le podía servir muchísimo en este comienzo de proceso deportivo con el técnico mexicano Efraín Juárez.

Vale resaltar que Atlético Nacional tomó la drástica e impensada decisión de cambiar de técnico luego de que el uruguayo Pablo Repetto no pudiera encontrar las formas de convencer a la hinchada y directivos. El estratega charrúa tuvo que irse del equipo paisa por decisión de la junta directiva. Inmediatamente, se nombró a Efraín Juárez, quien vive su primer ciclo en su carrera como técnico en propiedad.

Grata oportunidad para que Efraín Juárez muestre su potencial y conocimientos adquiridos por muchos años en Europa. Atlético Nacional necesita recuperar su ADN ganador, pues no le está cumpliendo a la hinchada y sobre todo, a su legado histórico por ser el más ganador de Colombia. En estos momentos, esas condiciones las tiene refundidas.

Es por eso que Atlético Nacional pulió en Estados Unidos algunos detalles que le dan confianza y permiten las mejoras, más que todo en el ámbito ofensivo. En el amistoso contra América de México se valoran los goles de Alfredo Morelos y Álvaro Angulo para el 2-2 final, más algunos puntos interesantes como los de Edwin Cardona y cómo Andrés Román se convierte de lateral a extremo, siendo letal en el área rival.

Pifia de Simón García que preocupa a Atlético Nacional

Pero todo se complica al ver errores como los que cometió el defensa central Simón García en Orlando. En el segundo tiempo, América de México empató el partido luego de un centro a ras de piso que Cristian Calderón convirtió en gol (1-1 parcial) tras la pifia del zaguero de la cantera de Nacional.

Simón García intentó rechazar esa pelota, pero no midió bien, le ganaron los nervios, rozó el balón y le tomó un efecto contrario que hasta hizo imposible el esfuerzo de Harlen Castillo. ‘Blooper’ para la historia. Más adelante, una mano de Andrés Román