El fútbol es uno de los deportes que más pasiones despierta a nivel mundial. Son innumerables las historias que se conocenalrededor de una pelota. Estamos a pocos días del inicio de una nueva Copa del Mundo, esta vez en las lejanías de Qatar, un país que pocos conocían y del cual se habla mucho desde hace varios meses.

Para nadie es un secreto que en esta parte del continente americano el fútbol se vive y se siente de diferente manera, las locuras no tienen límite para seguir a un equipo de fútbol. Para los argentinos, la Selección es como una religión, Maradona su dios y Messi el salvador. La ilusión que tienen por levantar una nueva copa es muy grande y esperan que en el Medio Oriente puedan conseguirlo.

En Bolavip les contamos una de las historias más llamativas que ha dejado esta previa protagonizada por tres argentinos que ya son la sensación en redes sociales. Aunque el sueño inicialmente fue construido por cuatro personas, solo tres consiguieron materializarlo.

Lucas, Silvio y Leandro llegaron en bicicleta hasta Qatar, una locura total que ya le da la vuelta al mundo. Los cordobeses se plantearon el sueño en 2019 y en mayo de 2022 decidieron renunciar a sus trabajos para iniciar la aventura más importante de sus vidas hasta ahora. Aunque muchos los llamaron, locos, ellos no desfallecieron hasta cumplir lo buscado.

“Todo comenzó con Lucas, uno de los pibes que usualmente sigue a la Selección en los mundiales. Resulta que para Qatar quería hacer algo un poquito más loco y arriesgado, pero como no daba para largarse a hacerla solo, nos propuso a mí y a dos amigos más esta idea de ir en bicicleta desde Sudáfrica a Qatar. En ese instante se armó el equipo y sin dudar nos largamos a la aventura”, explicó Silvio, uno de los cuatro ciclistas del grupo llamado “Todo a pedal”.

Recorrieron 10.000 kilómetros y atravesaron 15 países durante aproximadamente 200 días, casi seis meses tardaron para llegar a Doha, capital de Qatar. Ilusionados por ver a la Argentina de Messi, tuvieron que pasar momentos muy complicados, pero todo valió la pena.

Coleccionaron un sinfín de momentos en sus ‘caballitos de acero’, durmieron en diferentes lugares, a la intemperie y en medio de animales salvajes, pero la pasión pudo más que el miedo. “Es un viaje súper sacrificado. Nos levantábamos para hacer 100/150 km por día. Es muy exigente tanto físico como mental. En los últimos 14 días le metíamos 140/150 km y había días que hacíamos 200 km de un tirón”, lo explica, Silvio en una entrevista a medios locales.

Además del tema físico y mental, otro de los obstáculos que no han terminado de superar es la parte económica, pues a la fecha no tienen entradas, duermen en carpas que construyeron los organizadores de la Copa del Mundo y su presupuesto sigue siendo bajo, esperan ayudas por parte de los organizadores para cumplir el sueño de ver a su Selección.