Mucha unión, tranquilidad y alegría se respira en la concentración de la Selección Colombia en Brasil. La Tricolor se clasificó a las semifinales de la Copa América dejando eliminada a Uruguay contra todo pronóstico. Esa tanda de penales fue un envión anímico para los jugadores colombianos que ahora están a 90 minutos de hacer historia.
Reinaldo Rueda y sus muchachos mantienen su centro de operaciones desde Brasilia desde que se clasificaronentre las mejores 4 selecciones de Sudamérica. La euforia y el festejo por eliminar a Uruguay en cuartos de final ya es página del pasado. Ahora, la Tricolor tiene la mente en Argentina y en los 90 minutos que la separan de volver a meter a la selección de 50 millones de colombianos en una gran final de la Copa América.
Sin embargo, en medio de esa concentración y trabajos de recuperación hubo espacio para que los jugadores se distendieran. Hubo risas, charlas y un gran ambiente entre los jugadores. Luego del caótico proceso que significó el paso de Carlos Queiroz, una vez más se siente la sensación de que en la Selección Colombia hay mucho más que un simple vestuario… ¡Hay familia!
