La previa del partido entre Atlético Nacional y Nacional de Uruguay, por la fecha 4 de la fase de grupos de la Copa Libertadores, no fue la mejor ya que hubo inconvenientes con el club uruguayo para que se pudiera desplazar al estadio Hernán Ramírez Villegas, de Pereira.

 

El conjunto uruguayo reclamó ante la Conmebol que no había garantías para jugar el partido debido a que en las afueras de la concentración había muchos manifestantes que querían impedir que se realizara el partido debido a la situación de orden público que vive Colombia en la actualidad.

Con todo este contexto, Nacional de Uruguay se presentó al partido, luego de que fueran amenazados con una grave sanción si no se presentaban, según trascendió en medios uruguayos. Esto causó mucha ira entre la delegación ya que entendieron que no hubo colegaje de parte del equipo colombiano.

Al llegar al estadio de Pereira, recién entraban al camerino los uruguayos y los colombianos salían a calentar, llegó el primer roce entre los equipos y hubo insultos de lado y lado y fue necesaria la intervención de la Policía para separar a ambos conjuntos.