La National Football League (NFL) sufrió uno de sus acontecimientos más estremecedores en su historia en el enfrentamiento entre Cincinnati Bengals y Buffalo Bills, dos de los grandes candidatos, este lunes por la noche.

Damar Hamlin, defensivo de segundo año del conjunto del Estado de New York, se desplomó en el campo de juego luego de un golpe contra el receptor Tee Higgins. Reanimación cardiopulmonar, desfibrilador e intubación para ayudarlo a respirar fueron el milagro de la siguiente hora para el egresado de la Universidad de Pittsburgh.

El partido se paró de inmediato, pero la polémica estalló cuando se deslizó, en la transmisión oficial, que los jugadores tendrían cinco minutos para reagruparse y volver al campo de juego para seguir el partido, aunque la NFL se encargó de desmentirlo.

¿Se quiso seguir el partido entre Bills y Bengals?

Troy Vincent, VP de la liga. (Getty Images)

Troy Vincent, VP de la liga. (Getty Images)

Troy Vincent, vicepresidente de operaciones de la NFL, aseguró en una conferencia que nunca se puso como opción que el partido entre Cincinnati Bengals y Buffalo Bills continuara esa misma noche. Aún no se sabe qué se hará con el juego.

Lo que tampoco se conoce es cómo o por qué eso llegó a ser un reporte durante la transmisión oficial del encuentro. Ya conocido es lo que pasó luego de ese supuesto pedido encarnado por los árbitros: Zac Taylor se acercó a Sean McDermott y decidieron ambos enviar a sus jugadores a casa.