En la MLB existen hazañas que trascienden en el tiempo y se convierten en hitos inolvidables. Shohei Ohtani, la máxima figura de todas las Grandes Ligas, ha logrado algo que no se veía desde hace más de cinco décadas, consiguiendo un nuevo récord para su palmarés que continúa creciendo sin parar al servicio de Los Angeles Angels.

La versatilidad de Ohtani es verdaderamente asombrosa y rara de presenciar en el béisbol moderno. Desde su llegada en 2018 ha demostrado ser un talento sin igual, capaz de brillar tanto en la lomita como en el plato. Sin embargo, 2023 se ha convertido en un año de consagración para este atleta prodigio.

Así, el nipón sigue afianzándose como fuerza imparable en las Grandes Ligas gracias a su habilidad para lanzar con precisión y batear con poder, desatando una ola de interés por parte de varios equipos de cara a la fecha límite de intercambios de la MLB, a cerra el próximo 1 de agosto.

Récord para Ohtani

En la acción sobre los diamantes norteamericanos, Ohtani se convirtió en el primer jugador en lanzar un juego completo sin permitir carreras y, al mismo tiempo, conectar dos cuadrangulares en el mismo día desde que Sonny Siebert lo hiciese en 1971, es decir, hace 52 años.

El momento histórico tuvo lugar en el duelo entre Angels y Detroit Tiger. Allí, el japonés se subió al montículo para enfrentar a la alineación encabezada por el venezolano Miguel Cabrera y desplegó su repertorio de lanzamientos con una maestría impresionante. Durante nueve entradas, dominó dejando a todos boquiabiertos con su control.

Shohei Ohtani (Foto: Lachlan Cunningham / Getty Images)

Shohei Ohtani (Foto: Lachlan Cunningham / Getty Images)

Pero, la noche de Ohtani aún no había terminado. Después de demostrar su destreza en el montículo, se colocó en el plato con una confianza palpable. Y no defraudó. En dos turnos al bate, conectó dos poderosos cuadrangulares que volaron fuera del estadio.

La última vez que un jugador había logrado semejante hazaña fue hace más de 50 años, cuando Sonny Siebert lo hizo en 1971. Desde entonces, ningún pelotero había podido combinar con éxito un juego completo sin carreras en el montículo con dos cuadrangulares en el mismo día.