De inicio a fin. León fue el mejor equipo del Torneo Guard1anes 2020 desde la primera jornada de la fase regular hasta el partido de vuelta de la serie final en que se impuso 2-0 a Pumas en el Nou Camp, con goles de Emmanuel Gigliotti y Yairo Moreno, para conquistar la octava estrella liguera de su historia.
Fue, también, un equipo de fe guiado por un entrenador resciliente como Ignacio Ambriz, que cambió las críticas que había cosechado en sus primeros meses en el club por los aplausos y ya casi la súplica de que continúe más allá de un contrato que expira en mayo y que podría no renovar por su deseo de hacer experiencia en el fútbol europeo.
Esa fe se convirtió en agradecimiento después de la coronación, dando lugar a un rezo grupal que encabezaron tanto el DT como Moreno, uno de los goleadores de la noche. "Es un trofeo que les ha costado dolor, sudor, pero esto es un regalo de Dios", dijo Ambriz, sosteniendo la copa.
Arrodillado sobre el césped que lo consagró, con sus ojos cerrados y la frente al cielo, el extremo colombiano comenzó con la alabanza con las que luego continuarían otros elementos de la plantilla campeona. Y después de las oraciones, otra vez la locura de los festejos que hicieron interminable la noche en Guanajuato.
Para los Panzas Verdes habrá un breve receso y otra vez en competencia grandes y nuevos objetivos por delante. El principal, tal vez, apuntar los cañones a la Liga de Campeones de la Concacaf, una competencia que hasta la fecha no han podido conquistar.