Si bien las noticias en este tiempo suelen ser mucho más acotadas debido a la falta de actividad por el brote del COVID-19, todavía hay algunas irrupciones que causan una sorpresa enorme. Una de ellas se produjo ayer.
Tigres oficializó la salida de Miguel Ángel Garza de la presidencia del club y en su lugar nombró a Alejandro Rodríguez. En un informe, ESPN explicó las razones de este curioso movimiento que terminó por desplazar a quien, bajo su mandato, consiguió 4 Liga MX, 1 Copa MX, 1 Liga MX Femenil, 1 Subcampeonato de Copa Libertadores, 3 Subcampeonatos de Concachampions y 2 Campeón de Campeones.
Lo cierto es que Garza jamás pudo obtener la autonomía en la toma de decisiones que sí tuvo el Ingeniero. El consejo directivo entre Cemex y Sinergia Deportiva generó constantes diferencias entre los directivos. Algunas fueron irrecuperables.
Principlamente, el consejo no le gustó nada la intención de el ahora expresidente de adquirir a Sporting de Cristal de Perú, con quien ya tenía pláticas avanzadas sin haber consultado nada y la cantidad de jugadores fichados que luego no se incorporaban al plantel. Además, molestó mucho la no compra de Aké Loba, quien finalmente se terminó marchando a Monterrey.
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Además, vale destacar la pésima inversión con muchos jugadores (por ejemplo, Jürgen Damm, Enner Valencia y Rafael Carioca fueron muy caros para Los Felinos, y ahora podrían marcharse sin costo alguno).
El golpe final se terminó dando con las negociaciones fallidas de Lucas Zelarayán y Jarlan Barrera. De hecho, por el argentino, Los Universitarios tienen una cita pendiente con la FIFA.