La rivalidad que estremece a la Ciudad de México inició hace 58 años. Pumas disputaba con el entusiasmo de un novato su primer partido en la Primera División, sin saber que enfrente tenía a uno de los más grandes rivales de su historia: El América.

Y como digno rival que se ha de odiar para toda la vida, los cremas hicieron lo propio en el Estadio Olímpico Universitario. Primero fue Moacyr Claudino Pinto da Silva con un gol de antología y después Antonio Jasso.

El 1 de julio de 1962 es la fecha que quedó marcada para siempre en la historia de los felinos como el día que debutaron en el Máximo Circuito del futbol mexicano, y también como el día que cayeron por primera vez ante el ahora equipo más ganador de México. Una amarga bienvenida 

Cuenta la historia del futbol que América no sólo era local administrativamente en aquella época en la que ahora es la casa del cuadro auriazul, sino también lo fue en las tribunas como el gran favorito en este encuentro.

Al minuto 50', el brasileño Moacyr quedó solo, se tiró de chilena y se hizo inmortal al firmar el primer gol del Clásico Capitalino, entonces estallaron las tribunas. Dos minutos más tarde, fue Antonio Jasso quien mandó un disparo imposible de contener para el arquero universitario.

Por si fuera poco, al minuto 70, los felinos se quedaron con 10 hombres tras la expulsión de Calderón de la Barca. 

El primer gol fue para América, también el primer triunfo y el primer festejo, y desde entonces una clara superioridad en los duelos directos entre ambos.

 Un capítulo más de una de las rivalidades más fuertes de este Clásico se vivirá este viernes, cuando América visite a Pumas para disputar la Jornada 9 del Clausura 2020 de la Liga MX, con un estadio a reventar, pues los boletos ya están agotados.