Al instante se generó la polémica. La decisión de terminar la temporada de fútbol en Francia y mantener los puestos que cada equipo tenía en la tabla no fue bien recibida por todos.

Mientras París Saint Germain festejaba virtualmente un nuevo título, varios clubes comenzaron a protestar por dicha medida.

Y el que se lo tomó muy enserio fue Amiens, que bajó de categoría y deberá comenzar la segunda mitad del año en la Ligue 2.

Pero quiere que den marcha atrás y todo se defina en la cancha, por lo que comenzaró una juntada de firmas para presionar a los altos mandos. 

"Hicimos dos solicitudes: una sobre el fondo y otra sobre los procedimientos y se presentaron en el Tribunal Administrativo de París", explicó el abogado del club, Christophe Bertrand.

Además, se sumó el presidente Bernard Joannin a la discusión, y señaló: "Es una decisión por parte de la Liga que sanciona. Es injusta y vamos a luchar, vamos a ir a la justicia contra esta medida unilateral".