¿Sorpresa? Tras caer en la tanda de penales ante Corinthians, Boca quedó eliminado en octavos de final de la Libertadores y sin el objetivo principal por lo que resta de la temporada. Menos de 24 horas después, también se quedó sin su director técnico.
Está claro que no era un encuentro más. Más allá de la última conquista de la Copa de la Liga, Sebastián Battaglia no había podido consolidarse en el cargo y aún tenía pendiente estar a la altura en los duelos internacionales. Tras superar de forma sufrida la fase de grupos, compitió de igual a igual ante el Timao pero la ineficacia en los últimos metros y la mejor puntería del conjunto brasileño en los penales sentenciaron su futuro en la institución.
Desde su llegada como sustituto de Miguel Ángel Russo, el entrenador mostró solidez en los mano a mano aunque con mejor trabajo defensivo que en los últimos metros. Por cierto, en 9 series knock-out solo recibió un gol: el de Central Córdoba de Rosario por Copa Argentina. Además, 3 de las 8 ganadas fueron desde el punto penal. Ayer cortó con dicho extenso invicto.
Si analizamos estadísticamente todo su ciclo, fueron 29 victorias, 16 empates y 10 derrotas en 55 partidos. En total, obtuvo un 61% de los puntos posibles. La cuenta pendiente fue el estilo de juego, aunque remarcó la falta de refuerzos en relación a los jugadores que partieron en el último mercado de pases. ¿Cómo fue la relación goles convertidos y sufridos?
Si ponemos la lupa en la cuota goleadora, su equipo anotó más de lo que recibió. Precisamente, fueron 79tantos a favor y 43en contra, aunque dicho registro es facilitado por la excepcional goleada 8 a 1 ante Central Córdoba de Santiago del Estero. ¿Cuántas vallas invictas? 25. Llamativamente, ninguna en el actual torneo local.
Con la proyección de juveniles como principal proyecto, Battaglia optó por dejar relegados a su mayoría a comienzos de 2022 y volver a tenerlos en cuenta -principalmente a Alan Varela- en la etapa final de la Copa de la Liga conquistada. Con la Copa Argentina, fueron 2 títulos para el ídolo Xeneize. ¿Se va con más gloria que pena?