Saltar de Boca Juniors a Real Madrid no es para cualquiera. Solo un futbolista con el suficiente potencial como para ser una estrella llega a la Casa Blanca desde el fútbol argentino. En sus inicios, Juan Forlín era uno de los defensores más prometedores del Xeneize y de todo Argentina en sí, y por eso recaló en el conjunto madrileño sin escalas.

Sin embargo, su periplo por el Santiago Bernabéu no fue el mejor. Sin la posibilidad de jugar por problemas burocráticos durante un año, y con solo 19 años, Forlín volvió a Boca y reflotó prematuramente su carrera. Ahora, tras haber colgado los botines hace escasos meses -en noviembre de 2023-, el defensor habló en exclusiva con BOLAVIP e hizo un repaso de su carrera, al tiempo que reveló que se encuentra estudiando para regresar al fútbol desde otro rol.

-Te tocó debutar en Boca en un equipo que tenía muchas estrellas. Riquelme, Clemente Rodríguez, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra y con Carlos Ischia de entrenador. ¿Cómo fueron esos primeros momentos como profesional?

-Yo debuto en pretemporada, pero a nivel oficial me toca contra Newell’s, entré como lateral izquierdo porque Luis Ibáñez se había lesionado. A mi no me importaba nada, quería jugar de lo que sea así que entré. Encima ese partido lo ganamos, la verdad que fue un sueño. En La Bombonera, con esa camiseta y con esos jugadores, se disfrutó mucho mientras a la vez se competía.

-¿Cómo era, siendo un pibe, el día a día con ese tipo de jugadores?

-La verdad que fui un privilegiado. De ellos aprendías todos los días. Dentro y fuera de la cancha. Eran muy competitivos, habían ganado todo. Había que estar con los ojos y oídos bien abiertos todo el tiempo para estar atento a lo que te decían y lo que veías de ellos. Yo además tuve la suerte de haber hecho las inferiores en Boca, y el factor de la competencia te lo remarcan desde chico. Estar en Boca es estar con una exigencia en la que tenés que ganar todos los fines de semana, y eso te da un plus para cuando jugás en primera porque ya está absorbida toda la presión. Cuando sos un pibe, y ves a los jugadores que tenés en ese plantel, te termina ayudando a que la adaptación a primera sea mejor en todos los niveles. En Boca tenés mucho apoyo en todos los sentidos, y como dice Riquelme, que para jugar en Boca hay que ser futbolista las 24 horas, es verdad. El tiempo entrenando o jugando es igual de importante que lo que uno hace fuera de esos tiempos.

-¿Quiénes eran los referentes más cercanos a los pibes?

-Todos, la verdad que todos. No podría elegir uno. Román, Palermo, Palacio, Fabián Vargas, Battaglia, Ibarra, Morel Rodríguez… todos eran cercanos. Éramos una camada muy grande de pibes y que nos ayudaron mucho a poder competir de la mejor manera. Se disfrutaba mucho y era un privilegio ser compañeros de esos jugadores.

-¿Seguís hablando con alguno de ellos?

-Relación de amistad no tuve, había mucha diferencia de edad. Pero sí hubo mucho compañerismo en el equipo. En mi camada subimos jugadores como Roncaglia, Javi García, Pochi Chávez, Lucas Viatri, Pablo Mouche, Pichi Erbes y Tito Noir, entre otros…

Juan Forlín en Boca, en un partido ante Manchester United por la Audi Cup (IMAGO)

Juan Forlín en Boca, en un partido ante Manchester United por la Audi Cup (IMAGO)

Antes de estrenarse como profesional, Forlín emigró al Real Madrid a préstamo en 2007. Para foguearse y adquirir mayor rodaje, el club lo mandó a su filial, el Madrid de Castilla. Sin embargo, su situación se complejizó y no pudo ni siquiera debutar allí, estando un año entero alejado de las canchas por cuestiones administrativas.

-¿Cómo se dio tu prestamo a Real Madrid Castilla?

-Salió la posibilidad de irme a préstamo allá por dos años. Tanto en Boca como en mi círculo lo vimos como una gran posibilidad y me fui cedido. El problema es que en ese momento, el RM Castilla estaba en tercera división de España y se necesitaba el pasaporte comunitario para jugar. Yo fui con el pasaporte común y una traba impidió que se me tramite el comunitario. Al final me quedé sin poder jugar pero fueron solo seis meses, porque me ofrecieron quedarme a ver si me salía el pasaporte. No la pasé bien por la incertidumbre que había sobre mi situación. Así fue que me mentalicé para poder jugar en la primera de Boca cuando volví. Más allá de eso, la experiencia en el Madrid fue espectacular.

Forlín en el Real Madrid (IMAGO)

Forlín en el Real Madrid (IMAGO)

-Aparte, flojito ese Real Madrid…

.Si, ni hablar. Ja. Entrenábamos con el primer equipo y veíamos jugadores como Raúl, Guti, Robben, Van Nistelrooy, Casillas, Gago, Higuain… Un equipazo. Cada vez que entrenábamos con ellos veían por qué eran lo que eran. En cada entrenamiento daban todo y le hacían dar todo a uno también. Eso es lo que también te termina sacando bueno. Yo siempre trataba de verlos dentro y fuera de la cancha para entender como tomaban su trabajo. Eran súper profesionales. Igual, nunca me animé a hablar mano a mano con alguno de ellos, era más pudoroso, ja. Pero siempre fui de mirar y aprender. De todos ellos, el que más me impresionó fue Robben. Verlo en vivo te daba la impresión de que no tocaba el suelo de lo rápido que iba. Y en el Castilla compartí con Dani Parejo, Adán, los hermanos Callejón, Ángel, y con Santiago Villafañe, que fuimos juntos desde Argentina.

-Y en ese contexto, un día volviste a Boca desde el Madrid, ¿cómo se dio ese regreso?

-Necesitaba el pasaporte para poder jugar, pero podía hacer todo lo demás en el Real Madrid. Ellos se portaron super bien conmigo, me brindaron todo hasta el último día, pero volver a Boca fue una decisión personal porque necesitaba y quería jugar, y ahí no iba a poder. Así que entre Boca, Real Madrid y mi parte, decidimos que lo mejor era volver a Boca para que pueda jugar partidos. Fue un sabor agridulce porque me quedaron las ganas de jugar en el Real Madrid. Pero volver a Boca tampoco me desagradaba, ja.

-¿Con qué Boca te encontraste a la vuelta?

-Cuando vuelvo me toca estar con Ischia. Estaba acostumbrado a ganar. Primero tuve que estar en la reserva pero Ischia tenía muy en cuenta a los juveniles, así que me tocó debutar rápido. Se dio la mala suerte que estuvo la lesión de Gabi (Gabriel Paletta), y por eso pude debutar yo en primera, que ahí me sube Ischia en primera. Yo volvía de Madrid queriendo jugar, estaba con muchas ganas. Quería jugar de lo que sea.

-¿Cómo calificás tu primer ciclo en Boca?

Fue corto. Al final terminé jugando un año y medio y se dio la posibilidad de saltar a Europa. Me quedé con ganas de haber disfrutado más, pero también era entender las necesidades del club y que uno quizá quería dar el salto a ligas de este estilo como la española. Lo disfruté mucho, no solo el año y medio como profesional, sino los años formativos también los disfruté.

-Y tu pase le dejó millones a Boca…

-No recuerdo la cifra exacta, pero alrededor de 4 millones fue, sí.

Forlín en Boca (IMAGO)

Forlín en Boca (IMAGO)

Su rendimiento en Boca fue superlativo, tal como prometía en inferiores y lo que lo llevó a estar en el Real Madrid. De hecho, su ciclo en el Xeneize durante el 2009 catapultó a Juan Forlín a la Selección Argentina, cuando el entrenador era ni más ni menos que Diego Armando Maradona. Y si bien no llegó a debutar en el seleccionado, fue parte del plantel que incluso compartió con un joven Leo Messi.

-¿Qué recuerdos te dejó Maradona cuando te dirigió en la Selección? ¿Y Messi?

-Maradona era especial. En él veía un aura especial, era como ver un ángel. Es un aura que tiene solo él. Cuando hablo del tema pensaba siempre lo mismo: era un tipo con una energía diferente a cualquier otra persona en todo el mundo. No me pasó con nadie más, era estar presente ante alguien que no era normal. Y después con Messi me tocó compartir también, él era muy chico y muy timido. Pero verlo de cerca era increíble. Lo disfruté un montón. Era una responsabilidad enorme y fue una suerte haber sido parte de esa Selección llena de estrellas y con él de técnico.

Juan Forlín en un Superclásico (IMAGO)

Juan Forlín en un Superclásico (IMAGO)

El club que compró el pase de Juan Forlín a Boca fue el Espanyol de Barcelona, equipo catalán que posee una amplia historia en la primera división en el país ibérico. El zaguero jugó más de 100 partidos en el club, y tuvo que enfrentar en el clásico de la ciudad ni más ni menos que al Barcelona de Leo Messi y compañía. Pasado su ciclo en España, Forlín emigró al fútbol qatarí, lugar en el que vivió locuras.

-De Boca saltás al Espanyol, donde te toca ser clásico rival contra el Barcelona de Messi

No podía tocar otro clásico, ¿No? Ja. El club lo conocía y sabía que habían varios argentinos. Mis compañeros me ayudaron mucho con la adaptación, pensá que llegué con 21 años y me sirvió mucho que me apoyen así. Tenía de compañeros a Nicolás Pareja, a Cristian Álvarez, Iván Pillud, Facundo Roncaglia, Iván Alonso. Siempre había un sudamericano por acá.

-¿Había receta para parar a Messi en los clásicos?

-No, no. Era muy difícil. Todavía hoy en día no se sabe la receta para pararlo, ja. Había que estar cerca y juntar las marcas, pero tampoco te garantizaba nada porque si marcabas así a él, dejabas libre a jugadores como Xavi, Iniesta, David Villa. Era muy difícil realmente.

-Y de Espanyol te vas al Al-Rayyan de Qatar, ¿por qué tu salida a un destino así de exótico?

.Fueron circunstancias que se dieron en el momento. El fútbol español estaba en una crisis bastante importante y la federación se puso más seria. Y cada vez se hacía más complicado el hecho de cobrar, había deudas y demás. El club tenía una deuda importante conmigo y cuando me quedaba un año de contrato llega esta oferta de Qatar. Yo ya era padre, entonces pensé como padre de familia por la cuestión económica y era difícil conseguir, por las características de un defensor, una oferta así. Hablé en el club y si bien primero no quisieron saber mucho, terminaron accediendo.

-¿Cómo se dio tu adaptación a la cultura de Qatar?

-Averigüé mucho antes de irnos para Qatar. Como familia, había que ver muchas cosas antes. Y por suerte, con todos los que hablé me dijeron maravillas de Qatar, tanto en el fútbol como para vivir. Había buen nivel de entrenamientos también, así que no fue difícil elegir.

-Fue antes del Mundial, ¿ya se veían avances para lo que terminó siendo la Copa del Mundo casi 10 años después?

-Cuando llegamos ya se sabía que el Mundial 2022 se iba a jugar allá. No paraban de construir. Las ciudades, los hoteles y los estadios, era impresionante que veas donde veas había construcciones en esa época. No pude viajar para el Mundial, lo vi desde mi casa en España, pero los que viajaron y estuvieron en la época donde yo jugaba allá, me dijeron que es otro país. Tengo pendiente viajar para Qatar en breve.

-¿Y cómo era jugar y vivir en Qatar?

-Nosotros estábamos como equipo en Doha. Todos estaban en la ciudad o eran cercanos, por lo que el viaje más largo que teníamos era de 40 minutos. El clima, por el calor en el verano, era lo más complejo. Pero se vive muy bien allá.

-¿Fue el destino más exótico de tu carrera? ¿O fue más México o Japón?

-Qatar y Japón, porque son mundos totalmente distintos a lo nuestro. Japón me maravilló. A nivel cultural e ideológico te deja encantado. Todo el mundo debería ser como lo que pasa en Japón, que se piensa en lo colectivo sobre lo individual. Viven en una situación muy tranquila a nivel social. Y en Qatar te cruzás con cada cosa. En el centro comercial, por ejemplo, veías pepitas de oro en las baldosas. Es una locura. Y después en Japón veías como la gente dejaba sus puertas abiertas, sus autos abiertos, sus cosas afuera, y no pasaba nada a nivel inseguridad.

Forlín marcando a Messi en España (IMAGO)

Forlín marcando a Messi en España (IMAGO)

En medio de su paso por el equipo qatarí, Forlín regresó a Boca a préstamo para tener un segundo ciclo en la institución que lo vio nacer. Este paso por el club de la Ribera nuevamente fue escueto, en 2014, donde fue dirigido por Carlos Bianchi y Rodolfo Arruabarrena.

-Desde Qatar se te presenta la chance de volver a Boca: ¿Cómo se gestó ese retorno?

-Se dio la posibilidad porque no se me hicieron fáciles los primeros meses de competencia en Qatar por la adaptación. Y quería competir en donde me sintiera cómodo, así que hablé con el técnico -Diego Aguirre- y como justo salió la chance de volver a Boca, fui un año a préstamo. Era una buena opción para todas las partes. Volver a ese Boca fue especial, me encontré con gente que hace tiempo no veía y fue lindo

Y tuviste a Biachi como DT

-Eso era un plus. Viví toda la época de él como entrenador cuando era chico. Estar con él en el club era libro abierto.

-¿Estaba la posibilidad de que te quedes en Boca?

-Si, siempre estuvo esa posibilidad pero no era fácil. Yo tenía contrato con Qatar, pero la economía de Qatar y la Argentina eran muy distintas. Había muchas dificultades para los cobros. Estuvo la chance, pero no se llegó a concretar.

-Daniel Angelici quiso culpar tu salida de ese entonces a un problema familiar. ¿Qué hay de cierto en eso?

-No fueron problemas, sino decisiones personales. Al final, cuando tomamos la decisión de irnos de España para ir a Qatar, acá pasó algo similar. Cuando uno tiene familia, pone muchas cosas en la balanza. Se decidió en familia que en ese momento lo mejor era volver a Qatar.

Forlín con Iniesta (IMAGO)

Forlín con Iniesta (IMAGO)

Con todo esto atrás, Juan Forlín pasó por diversos clubes en España como Real Oviedo, Llagostera y Badalona. En noviembre del 2023 decidió retirarse y hoy vive en el país ibérico con su familia conformada por su esposa y tres hijos, a los que quiere dedicarle tiempo de calidad. En paralelo, el defensor comenzó con su preparación profesional para la vida post fútbol.

-Alejado de las canchas hoy en día, ¿qué es de tu vida?

-En noviembre del año pasado me retiré, jugué mi último partido. Sigo en contacto con el club para lo que se necesite: ayudo con los más chicos. Pero ahora, estoy estudiando para recibirme, haciendo la formación desde distintas áreas. Y mientras disfrutar de mi familia, tengo tres hijos chicos a los que quiero darle tiempo de calidad. Estoy diversificando, queriendo sacar los cursos que vengo haciendo. Algunos ligados al fútbol y otros que no: ya hice un curso de e-commerce y un máster en marketing digital para conocer un poco otras industrias. Y también otras cosas relacionadas al alto rendimiento, a lo formativo. Todo lo relacionado a lo que uno ya tuvo como experiencia para poder sumarle teoría a lo que uno tuvo como práctica.

-¿Te ves en el corto plazo volviendo al fútbol cuando termines de estudiar?

-Todavía no sé que será de mi futuro. Primero quiero terminar de sacar estos cursos. Para dirigir, por ejemplo, en España te piden tener el curso de DT hecho y la quiero hacer para ver si el futuro me lleva para ese lado. Sino, será seguir en el fútbol desde un lado más administrativo

-Y tanto en un rol o en otro: ¿te gustaría volver a Boca?

-Estar en Boca está bueno, pero para eso hay que estar preparado. Hace poco tuve llamado de algunos clubes a los que quiero mucho, pero primero tengo que formarme bien. No por haberme formado en el club o por haber sido jugador, uno va a tener los conocimientos necesarios para ser entrenador. A raíz de lo que ya hice, el post fútbol es un mundo diferente. Cuando uno jugaba por ahí no se daba cuenta de algunas cosas que ahora sí siendo DT o directivo de un club. Tengo que estar bien preparado: no quiero estar por estar. Si me llama Román, con esta preparación hecha, estaría buenísimo.

Forlín en Boca (IMAGO)

Forlín en Boca (IMAGO)

Ajeno a lo que fue toda su carrera, Forlín relató uno de los episodios más traumáticos de su carrera. Fue el 20 de diciembre de 2008, cuando el fútbol argentino se vio paralizado por un acontecimiento atípico. En un clásico entre Boca y San Lorenzo disputado en cancha de Racing en el triangular que definió el torneo Apertura de dicho año, Juan Forlín y Andrés Silvera sufrirían un fuerte choque que terminaría con el defensor sufriendo un episodio de convulsiones.

Este hecho volvió a estar en boca de todos, cuando hace escasas semanas se vio al jugador Javier Altamirano en un partido entre Estudiantes y Boca por la Copa de la Liga Profesional. Forlín, al haber vivido una situación similar hace varios años, contó la situación que asustó a todo un país y la comparó con la que atravesó Altamirano.

-¿Qué te acordás de aquella ocasión en Boca-San Lorenzo?

-Vi lo de Altamirano, la noticia porque la situación en sí, no. Me alegra saber que está mejor y que está en su casa. Sobre mi situación, la tomo con pinzas porque no soy experto, mi experiencia por ahí no se refleja con la de Altamirano. Lo mío fue por un golpe. Yo lo que recuerdo es que tenía la pelota en mi cabeza y de repente sentí un golpe. Ahí ya no me acuerdo más nada hasta que me desperté en el campo de juego, que tenía a los jugadores alrededor. Ahí me acordé de todo lo del momento y empecé a caer en lo que me había pasado. Me puse a hacer memoria con datos importantes: mi nombre, mi fecha de nacimiento, mis familiares; y todo eso me ayudó a tranquilizarme hasta que llegué al hospital. A los 15 días que me pasó ya estaba jugando de vuelta. Respecto a mi situación y la de Javier, le diría que en la recuperación que escuche a los profesionales que lo están tratando.