Una cosa fue la fiesta, el agasajo, el reconocimiento de los hinchas y el reencuentro con excompañeros. Otra muy distinta fue el juego en sí. El Partido de Leyendas organizado por Villarreal como parte de los festejos por su Centenario fue tan, pero tan extraño que terminó perdiendo 1-0 ante un combinado español que hasta se metió atrás para cuidar el resultado como si de la Copa del Mundo se tratara.
Para Martín Palermo tal vez se haya hecho más tedioso que para cualquier otro. Imposible no pensar que El Titán no haya imaginado meter cuanto menos un par de goles en una jornada que parecía organizada para que todos pudieran lucirse y ser celebrados en el Estadio de La Cerámica. Por el contrario, no tuvo siquiera oportunidad de patear al arco.
Eso no fue todo. Tuvo tanta mala suerte que en la única ocasión en la que pudo relamerse, con un centro que fue a buscar arrojándose casi de palomita, no solo no logró conectar la pelota de cabeza sino que terminó golpeando con su codo a Sergi, provocándole una lesión que lo obligó a dejar la cancha. ¡Tragalo, tierra!
Tan fuera de los planes se sucedió el Partido de Leyendas para Martín Palermo que ni siquiera lo pudo disimular en la conferencia de prensa posterior, donde dejó claro que más haya de la idea de disfrutar del momento, España se los puso más difícil de lo que cualquiera hubiese imaginado.
“Hoy hacíamos lo que podíamos. Intentábamos pasarla bien, disfrutar de volver a jugar un partido. También el rival, la Selección de España tiene grandísimos jugadores y no nos hacían fácil que nosotros pudiésemos convertir goles. Pero se lo pasó lindo”, dijo el diplomático goleador.