Corría el mes de febrero del año 2016 cuando Huracán se encontró frente a frente con Caracas, en territorio venezolano, bajo la órbita de la Copa Libertadores de América. Para alegria de los hinchas del Globo, la victoria fue para los locales por 2-1 pero la clasificación para los argentinos. Pero lo triste llegaría después para el elenco del barrio porteño de Parque de los Patricios.
Es que el micro que llevaba al plantel de Huracán rumbo al aeropuerto para emprender el retorno a Argentina rompió la caja de cambios y volcó barranca abajo. En ese momento, los principales afectados por este horrible accidente fueron Patricio Toranzo y Diego Mendoza, ambos futbolistas del primer equipo del combinado Quemero.
Como consecuencia de este accidente, a Toranzo tuvieron que amputarle las primeras falanges en tres dedos de su pie izquierdo. De todas maneras, el también exjugador de River Plate, Quilmes, Atlético de Rafaela, Racing Club, All Boys,Shanghái Shenhua, Almagro y Ciclón de Bolivia pudo seguir jugando varios años más hasta su retiro definitivo. Sin embargo, no deja de recordar lo sucedido.
“Me ha cambiado la vida y me ha cambiado deportivamente. No es fácil. Yo estoy hablando con ustedes y el dolor va conmigo. Las 24 horas me duele. Y no le conté esto a nadie pero a mí me daban por fallecido y recién a las ocho horas hablé con mi familia. No quería hablar con nadie. Yo tenía que estar concentrado porque sabía que si no tenía la fortaleza para pelear con los médicos de Venezuela, que se han portado muy bien, no estaría vivo”, comenzó señalando.
“Allá no quise que me pongan anestesia general porque quería ver lo que pasaba. Por suerte no me cortaron el pie. Luego me operaron en el país y ahí sí dejé que me duerman. Peleé para que no me corten el pie. Si era por como estaba la situación era cortar el pie en Venezuela, hacer un doblaje y nos vemos en otra vida. Yo tenía una carrera por delante pero no sabía si iba a volver a jugar, a caminar”, completó en diálogo con ‘Fox Sports’.