Por el Torneo Clausura de 1995 San Lorenzo recibió en la fecha 10 a Newells, rival que venía complicando seguido a los equipos azulgranas. Todavía estaban fresca la eliminación en la Libertadores 92 y las caídas en Rosario 0-1 (Apertura 93) y 0-2 (Apertura 94), que habían impedido al Ciclón ser campeón. Así que aquel partido con los rojinegros era una parada clave para avanzar con el sueño del ansiado título.

San Lorenzo formó con Passet; Fernando Batista, Arévalo, Ruggeri y Escudero; Monserrat, Galeto, Netto, Silas; Biaggio y Arbarello. En la visita se iniciaba un juvenil, futuro dt campeón mundial: Lionel Scaloni. El Ciclón tuvo la iniciativa en la primera etapa, pero los nervios hacían que falte precisión. Al “Pampa” Biaggio (otro de los protagonistas de la tarde) la pelota le rebotaba o definía mal cuando estaba en zona de fuego. La segunda etapa mostraría otra cara al gol.

A los 3m un córner ejecutado en gran forma por el crack brasilero Silas, fue cabeceado en forma precisa al primer palo del arquero Céjas por Biaggio. Palo, gol y a sufrir. Nada estaba resuelto igual. Biaggio tuvo el segundo pero el palo lo negó. Así llegamos a los 38m cuando el brasilero Silas produjo la explosión en el Bidegain, en un grito de desahogo inigualable. Passet tapó un cabezazo que era el 1 a 1 y del contragolpe luego de un gran envío de Monserrat, la pelota le quedó sola a Silas (el jugador mas talentoso de San Lorenzo de los últimos 30 años) que desde la mitad de cancha emprendió la corrida a la gloria. El arquero de Newells quedó fuera de carrera y Silas se fue solo para empujarla en una corrida inolvidable. 2 a 0 y partido liquidado.

Quedaba otra perla más, de nuevo el Pampa Biaggio conectando el 3 a 0 tras centro de Arbarello. Como nunca aquella tarde, el “Bambino” Veira se desahogó ante un rival que le había dado varios dolores de cabeza en su carrera técnica. San Lorenzo dos meses después fue campeón, pero aquel triunfo ante Newells nos hizo seguir creyendo en que podía ser nuestro año. Y lo fue.

 

 POR LEANDRO D'AMBROSIO