Si bien no tuvo su mejor rendimiento en la Copa del Mundo debido a que llegó entre algodones y se infiltraba el tobillo partido tras partido para estar presente, Lautaro Martínez tuvo su momento cúlmine y vital en el Mundial con su penal convertido ante Países Bajos.

Pateando el quinto y definitivo y simbolizando el pase a semifinales, el Toro pudo sacarse la mala racha de partidos anteriores con un remate que valió más que un gol desde los doce pasos para la Selección en Qatar.

En la final del mundo, el delantero no formó parte del once inicial pero ingresó cuando la pelota quemaba y tuvo su chance rompiéndole el arco a Hugo Lloris pero éste la tapó, y Leo Messi pudo convertir el gol que terminó en el 3 a 2 parcial que luego sería 3 a 3 final.

Hace solo días, se supo que Lautaro era nuevamente el desginado a patear el quinto penal de la Selección en la final contra Francia como había sucedido ante Países Bajos, pero allí no fue necesario que lo ejecute debido a que en el cuarto remate desde la pena máxima se confirmó que Argentina era campeona del mundo. Este mismo fue ejectudado por Gonzalo Montiel, y fue el primero elegido por él mismo para patear, ya que los primeros tres (Messi, Dybala y Paredes) fueron asignados por Lionel Scaloni.

En diálogo con TyC Sports, Lautaro Martínez confesó que le pidió a Montiel un cambio de orden y que le deje patear el cuarto penal, pero ya sabemos como terminó la historia. "Cuando Cachete cometió el penal contra Francia en la final, estaba medio bajón, triste. En la tanda, lo miré a ver si me dejaba patear cuarto. Se lo pedí, pero no me dejó, arrancó él. Por suerte pudo meter ese penal y pudimos festejar después de tantos años", soltó el Toro. Luego, sentenció que si él tenía que ejecutar el remate en la final, lo iba a hacer pateando fuerte al medio. Cuando Montiel convirtió, Lautaro fue el primero en ir a abrazarlo y celebrar el campeonato mundial de la Selección.