PERSEVERA Y TRIUNFARÁS
Escrita por Darío Sanhueza.
No hubo tiempo para dar por superada la resaca emocional derivada de la partida del Pibe Solari . El campeonato nos puso un desafío complicado, el Audax de J.J. Ribera , técnico que normalmente, con sus equipos, nos hace partidos trabados y ásperos, y esta no sería la excepción, con tres centrales pesados y experimentados como Labrín, Alvarado y Torres y un mediocampo muy trabajador con Cornejo y Bosso.
Alexander Oroz tuvo la responsabilidad de jugar por la derecha, y ofrece chispazos que generan la sensación de que, con más continuidad, podría adueñarse del puesto. Si no es el jugador más veloz del plantel, pega en el palo, y así tuvo un par de desbordes interesantes, además de una jugada que, a lo menos, daba para ser revisada con un poquito más de voluntad por parte del cuerpo referil audiovisual.
Luego de un primer tiempo previsiblemente tosco y con pocas luces, con un Gil muy impreciso, el Flecha pagó un poco el “pato” al salir en el entretiempo. Por el otro lado, Bouzat tuvo su primer partido en condiciones “normales”, y más allá de mostrarse muy comprometido con el trabajo táctico y defensivo, se le vieron algunas cosas prometedoras, aunque aún sin lograr trascender.
Sin hacer un gran partido, el equipo mantuvo la calma y encontró la apertura de la cuenta en esa extensa jugada en que finalmente Pavez se disfrazó de Héctor Arturo Sanhueza para encontrar la cabeza de Lucero, hermoso el gesto técnico para dejar a contrapié al arquero. No estaba offside, y tampoco en la jugada previa, en que además, entre medio hay un despeje de un jugador de Audax.
Recibimos el gol con alivio pero lamentablemente esa sensación está muy emparentada con el relajo. Se notó en el empate de Audax, en que bastó que los itálicos se atrevieran un poco más para salir de su caverna para complicarnos y volviendo a igualar el marcador quedando muy poco.
Y el gol golpeó al equipo, quedó desorientado por algunos minutos. Pero como decía esa polera debajo de la camiseta del Pibe, “persevera y triunfarás”, y así llega la jugada del penal en que Bolados, muy vivo, pincha justo la pelota y se come la chuleta inmisericorde de Fabián Torres sobre la línea. Costa no sólo estuvo bien en patear un penal emocionalmente dificilísimo, sino que además fue quien decidió tirar la pelota afuera para que por fin fueran a ver la jugada al VAR. Ojalá no resintamos tanto su ausencia en el clásico.
Ganar al minuto 90+10 es más que ganar tres puntos. Dos de los de arriba también ganaron, pero pese a lo abajo que está, el rival más fuerte y con un plantel plagado de estrellas perdió en Curicó, un reducto donde Colo Colo supo traerse los tres puntos en un partido estéticamente feo pero profundamente valioso, ante un rival que demuestra cada fecha por qué está arriba en la tabla. Este tipo de partidos, con Curicó y con Audax, los ganan los equipos campeones, esperemos que no sea la excepción.