Fue uno de los traspasos más sorpresivos en el invierno pasado. En el mes de julio, Matías Fernández dejaba Unión La Calera y partía a Independiente del Valle de Ecuador en su primera incursión internacional.

El propio técnico Martín Anselmi, quien tuvo un fugaz paso por los cementeros solicitó el traspaso del formado en Santiago Wanderers ahora ya como entrenador del cuadro quiteño.

Y fue así como se transformó en pieza clave de los ecuatorianos que este sábado se quedaron con la Copa Sudamericana tras vencer por dos a cero a Sao Pualo en la final disputada en el Estadio Mario Alberto Kempes de Cordoba, para otorgar el segundo títulos a los de Sangolquí.

Lo primero que hizo medio de los festejos, Fernández sacó a relucir todo su amor el país, recalcando que era el único nacional en dicha instancia, como a su vez agradecer toda la ayuda de Anselmi. "Muy orgulloso de ser chileno y de ser el único chileno en la final. Agradecerle al profe Martín Anselmi por haberme dado la confianza y haberme llamado. Fue un proceso súper largo y estoy contento, muy feliz", indicó el jugador con la señal oficial.

Anselmi quien llevó a Fernández levantando la Copa Sudamericana (Gettyimages) 

Desde luego, no se olvidó del cuadro cementero, dirigentes, ex compañeros e hinchas que sabía estaban al pendiente, "quiero darle gracias al club por haberme dado la confianza por poder realizar mi trabajo. Y agradecer también a la gente de Unión La Calera, a mis ex compañeros, que estoy orgulloso de haber pertenecido a ellos", reconoció Fernández.

Finalmente, tuvo palabras para el partido, de lo complejo del cuadro paulista, pero que se preocuparon de estudiar cada detalle de los brasilenos. "Era una final, éramos once contra once y sabíamos que como todo equipo brasileño eran un rival muy duro. Pero los analizamos muy bien y creo que los contrarrestamos en todas las líneas", cerró el campeón.