Fue una jornada emotiva desde un comienzo. Como un quinceañero fan, nos hicimos poleras alusivas al show y junto a nuestras vivencias nos fuimos rumbo al Estadio Santa Laura para vivir algo tan esperado.

Si pareciera que fue ayer esa tarde de 2014 cuando leíamos en un diario de circulación nacional que Los Bunkers entraban en un receso para seguir proyectos musicales por separado, pero ¿Por qué? si tres meses antes los había visto romperla en el Festival del Huaso de Olmué y luego en una jornada de San Valentín en Viña del Mar, realmente me parecía muy raro.

Nunca enganché con Lanza Internacional o Pillanes por el lado de los hermanos Durán y muy poco con López de Gonzalo y Álvaro. Solo me entusiasmó este nuevo rol del vocalista participando como coach en The Voice e incluso, su faceta como cocinero en Masterchef, pero musicalmente deseábamos volver a tener a Los Bunkers.

Y no me olvido de ti, Mauricio Basualto, quien en la previa decía "no me imagino tener un boleto hace nueve meses para ir a ver a una banda", sí  Mauro y te quedaste corto, diez meses que lo teníamos y por fin se dio y estuvieron a la altura.

Pensar que cuando decidieron poner stop a la banda, yo tenía una hija, ahora tres, con más kilos y menos cabello, tal vez, pero había que retroceder en el tiempo y reeditar esas jornadas gloriosas de Parque Almagro o Plaza de Armas, donde la botella y el pucho, era nuestro más fiel compañero. Ahora, quizás con el devenir de la responsabilidad uno se controla a medias. Esto no era lo que hicieron para el estallido, que fue más puntual y lleno de interrogantes ¿Se juntarán, nuevamente?

Pero fue maravilloso ver reunidos a esos mismos de antaño, pero ahora con nuevos seguidores, más jovencitos, pero igual bienvenidos y había que sentirse uno más. Cerveza en mano haciendo la previa en Plaza Chacabuco ese sábado 11 de marzo, es que había ese espíritu rockero que se apoderó de todos. Hasta que entramos y se apagaron las luces.

La música se apoderó de todos, los gritos se hicieron manifiesto cuando irrumpe el quinteto. Toman posición, sus instrumentos, Álvaro se pone frente al micrófono y comienzan los sones de "Miéntele" que de seguro hizo despertar a todo Independencia y sus alrededores, mientras el agua corría por la espalda, Los Bunkers habían vuelto.

Casi tres horas de un magnífico show, donde repasaron sus grandes éxitos, un sonido espectacular, la voz de López inigualable pese a algunos tropezones típicos de la emoción, pero que se perdonan como fue el inicio de "Canción para Mañana" y que queda como parte del anecdotario. 

Álvaro López sigue sólido, con una gran voz y una puesta en escena inigualable (Agencia Uno

Si hasta presentaron una nueva canción de nombre "Rey", como también un acústico en la pasarela de sus canciones más folcklóricas, icónicas y románticas, solos de guitarra, de bajo, en fin. No, se pasaron.

El quinteto hizo vibrar a más de 30 mil espectadores en cada una de las jornadas (Agencia Uno)

Los dos bis, uno de ellos muy inesperado, dieron rienda suelta a la algarabía de una banda que inscribe su nombre como entre las grandes de la historia de la música chilena, su público así se los demostró. Ahora restan una serie de conciertos por Concepción y Viña del Mar, como también en México.

Por último, alcaldesa Macarena Ripamonti, Canal 13 y TVN y por último, amigos de Bizarro, donde quizás cueste más, pero no hay peor gestión que la que no se hace. Los Bunkers, ya deberían estar listos para el Festival 2024, quedó demostrado con dos presentaciones, que la Quinta Vergara perfectamente se puede llenar y además, ellos cantan y tocan de verdad, sin autotune y demases. Música real, en vivo y de calidad. No nos cuesta nada, Los Bunkers están de vuelta.