Mientras el Movistar Arena terminaba de repletarse y tras la presentación de Pablito Pesadilla, el otro invitado oficial de la gira, Deejaymad, tuvo que rellenar más de la cuenta para tapar el retraso de media hora en la aparición del Rey de la Bachata. Pero con Romeo Santos una vez en el escenario, la espera no importó y los gritos rompe tímpanos inundaron el recinto del Parque O’Higgins.

Tal como lo ha hecho en todo lo que va de la gira, El Pañuelo fue el recurso del cantante para despuntar el show, armado con jeans rajados, chaqueta blanca, lentes oscuros y su característica voz en unmicrófono dorado. La cita estaba en marcha.

Gracias a una puesta en escena de grandes pantallas, con gráficas emulando un emotivo atardecer a la orilla de agua en calma, Santos establece esa atmósfera a medio camino entre lo romántico y lo melancólico para hacer La Diabla, Eres Mía, Mar y Canciones de Amor, proyectando lo que será el vínculo prácticamente en todo el concierto: un eterno coqueteo con sus fanáticas.

¿Cómo fue el concierto de Romeo Santos en Chile?

“¡¡Buenas noches, Chile!!”, lanzó Romeo a su audiencia, pero también estableció un principio inamovible para el espectáculo: “aquí no vinimos a hablar”. Nada más se dijo, seguiditas llegaron Sin fin, Promise e Imitadora.

En la previa a Bebo, el dominicano igualmente habló: “tienen que elegir, si va a consumir alcohol no pueden manejar esta noche. No quiero que ningún romeísta corra peligro. No quiero que otros corran peligro”.

¡Así fue Romeo Santos en Chile! (Foto: @estricolor)

“Si van a hacer algo, tienen que elegir: o tomar o conducir. Yo les recomiendo que tomen”, recalcó embriagado del fulgor de la primera velada en que más de 12 mil almas le rendían pleitesía.

Luego, flirteos con la corista, capitaneo para sus músicos y gestos de agradecimiento para un público que se sabía absolutamente todas las canciones, sin titubeos.

Si la demanda por nueve fechas del dominicano en Chile no era suficiente prueba de su vigencia avasalladora, las fanáticas con voces desgastadas tratando de encontrarse tras el delirio del show, son el testimonio más vivo del fanatismo desatado que provoca Romeo. Descomunal.

¡Así fue Romeo Santos en Chile! (Foto: @estricolor)

El recurso de lanzarle besos al público también se repitió una y otra vez, en cada oportunidad con un mayor éxito cristalizado en los gritos ensordecedores que recibía en respuesta. Así se avalaba también el recorrido por un repertorio cargado al álbum Fórmula Vol. 3 (2022), que se quedó con 10 de las 31 canciones que el artista hizo desfilar en la tarima.

Tras un cambio de vestuario, ahora ataviado con camisa blanca holgada, pantalones de cuero y zapatillas Air Jordan 3 Retro, vino una sección de colaboraciones elevando la velocidad de los ritmos: SIRI, el tema que hizo con Chris Lebron; el clásico llamado a prender las luces de los celulares hizo efecto para la colaboración de Aventura con Bad Bunny, Volví; y también le dio espacio a Ella Quiere Beber Remix, de Anuel AA.

¡Así fue Romeo Santos en Chile! (Foto: @estricolor)

“Dicen que en Chile se aprenden las canciones rápido. Siempre y cuando les gusten las canciones”, advirtió Romeo en la presentación para X Si Volvemos, esa colaboración que lanzó en conjunto con Karol Ga principios de febrero.

Una tras otra sorpresa traía Romeo bajo la manga, pero definitivamente un escándalo se armó con Noche de Sexo: saltos, lásers, fuego, de lado a lado con las manos, los músicos bailando. Una fiesta establecida.

En momentos posteriores, Romeo comentó que “si usted tiene una suegra metiche, una suegra HP, que no es muy cariñosa y lo que quiere es afectar su relación. Álcenme la mano”, presentando el tema dedicado a la madre de una novia que editó también en su último disco.

¡Así fue Romeo Santos en Chile! (Foto: @estricolor)

Eso para luego llamar a que “no permita que una relación se convierta en una dictadura. El amor es dar y recibir. El amor es recíproco”, y hacer Boomerang.

Sentado en su trono plateado, Romeo Santos se dio el tiempo de desafiar a la gente, explicando que “uno quiere evolucionar, mejorar; pero hay cosas que intencionalmente no quiero cambiar. Esto es algo que si Dios me lo permite, si yo tengo 80 años de edad y sigo activo, con salud y con el cariño de todos ustedes, no voy a cambiar en mis conciertos”. Así armó una sección en la que buscaba complacer con 6 o 7 canciones reclamadas por la audiencia y que “pensabas que no cantaría en este concierto”.

Con ello se abrió a las sugerencias del público, recalcando que “un romeísta de corazón también es un aventurero”, planteando que incluso podían irse a los primeros pasos de su carrera. “Rétenme”, solicitó para instaurar una dinámica en la que hizo participar aún más los presentes.

¡Así fue Romeo Santos en Chile! (Foto: @estricolor)

Avanzando, el show se encaminó al bis con una selección de los hits de Aventura que se coronó con Obsesión. Eso para después aparecer semidesnudo en una bañera y ofrecer Sus Huellas. Acto seguido, se vistió con un traje de cuero rojo para Propuesta Indecente.

“Hola. Me llaman Romeo”, fue el último gesto de la noche para detonar la locura y presentarle a Chile su más grandioso hit, con el que remató poco más de dos horas de concierto. Y aún le quedan ocho más en territorio chileno…