Universidad Católica dio sin duda un golpazo en el cierre del mercado de pases y todo esto tras lo que fue la oficialización de su cuarto refuerzo, el brasileño Jader Gentil, quien viene a reforzar la plantilla de la UC tras lo que fue la salida de Alexander Aravena.
Sobre esto, el entrenador de los ‘Cruzados’, Tiago Nunes conversó con los medios en las últimas horas en conferencia de prensa y se refirió a lo que fue la llegada del brasileño, cuando en un principio él señaló que para este mercado era imposible que un jugador de su nacionalidad pudiera llegar al club.
“Me sorprendió incluso a mí, porque la idea no era traer un jugador brasileño. Creía que el tema de la adaptación podría ser complicado para un jugador de otra cultura deportiva”.
“Me convenció que jugó una temporada completa en el fútbol colombiano, que es difícil, y en un equipo importante como Atlético Nacional. Yo lo conocía de Athletico Paranaense, pero no fue mi jugador porque estaba en la Sub 17 y no teníamos contacto, pero sigo el fútbol brasileño, debutó temprano, estuvo en la final de la Copa Sudamericana y la Copa de Brasil”, apuntó.
Siguiendo en la explicación de su llegada, el estratega brasileño remarca que un amigo fue pieza clave para el arribo de Gentil, ya que este poseía de todo lo que Nunes buscaba para el cuarto refuerzo de su equipo.
“Me llamó un amigo y me preguntó si Jader interesaría, y justo una característica que buscábamos era alguien que pudiera jugar por el costado y el carril más central de la cancha; alguien con buena movilidad, que tiene gol, que acerca al equipo al arco. Es difícil encontrar un jugador así”, remarcó.
Finalmente, Nunes explica que en la Universidad Católica estuvieron muy cerca de no traer al cuarto fichaje, por lo que la opción de Gentil cayó como anillo al dedo para la institución, en donde ahora esperan que el brasileño aproveche su oportunidad y sea de gran ayuda para su equipo.
“Fue un jugador que se acercó. Estuvimos cerca de no traer a nadie y salió la posibilidad de Jader, que ojalá pueda representar bien el fútbol brasileño. No sé cuándo fue que un brasileño jugó en Católica, pero me parece que hace bastante tiempo. Ojalá que pueda dejar una buena impresión y que se siga desarrollando, porque tiene 21 años y potencial para ser explotado”, finalizó.