En medio de un partido de la Copa de Francia entre el Hyeres y el Marsella se vivió un momento de incertidumbre y nerviosismo tras una fuerte patada de un jugador del equipo local a un colega, quién tuvo que ser trasladado de carácter urgente a la clínica más cercana, quedando en cuidados intensivos.

Pasaba apenas el minuto 14 del primer tiempo cuando, en una jugada dividida, Éric Bailly embistió a su rival Moussa N’Diaye con una criminal pata en el pecho, el árbitro no dudo en expulsar al futbolista, ambos quedaron en el suelo y la asistencia médica fue inmediata.

Boudjellal, dirigente del club de la víctima, entregó detalles de lo sucedido: “fue trasladado al Hospital Norte (Marsella) donde ha sido ingresado en reanimación por precaución. Rezamos para que todo salga bien. Es un gran chico y uno de nuestros mejores elementos”.

También indicó que el jugador había pasado primero por un hospital de Martigues, donde se disputó el duelo entre Hyeres y OM. El jugador que envió a la clínica a su colega, estuvo atento a la salud del afectado, se acercó al vestuario para tener noticias y regalarle la camiseta, así lo afirmó el dirigente del club.

Por ahora no se conocen noticias oficiales sobre la salud del jugador, pero según la prensa local, el volantetendría varias costillas fracturadas yafectaciones en sus pulmones e hígado.