Esta semana se están jugando los partidos de vuelta de la fase previa a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Wilmar Roldán ofició como juez central del partido entre Universitario de Perú y Corinthians. Todo parecía estar controlado por el árbitro colombiano que tenía un juego de trámite donde los dos equipos se dedicaron a jugar fútbol.

El equipo de casa necesitaba remontar un resultado de 0-1 que recibió en Brasil, Roldán tuvo un primer tiempo impecable y sin mucha preocupación. El segundo tiempo se llenó de tensión luego del primer gol del compromiso donde el visitante se puso 0-2 en el global.

A los 77 llegó el primer reto para Roldán, mano en el área por parte de la defensa de Corinthians, bien sancionada por el juez. El local siguió atacando en busca del gol que lo mantuviera vivo, pero este nunca llegó, por el contrario, vino el segundo del cuadro brasilero que liquidó todo. En la celebración todo llegaron los problemas, roces y escándalo, a tal punto que la policía tuvo que intervenir.

Roldán se mantuvo sereno, observo la situación y se apoyó en el VAR, que le iba dando detalles de lo que no podía ver. Cuando los jugadores de Corinthians se querían retirar, Wilmar los llamó para reanudar el compromiso y empezó a repartir tarjetas rojas. En total fueron cinco, cuatro estaban en el campo de juego, tres para el local y dos para el visitante. Terminaron jugando de a nueve jugadores.