Oscar Rivas escribió su nombre en las páginas doradas del Consejo Mundial de Boxeo luego de derrotar por decisión unánime aRyan Rozicki, el pasado 22 de octubre en Canadá, y convertirse en el primer campeón mundial de la flamante división de peso bridger, que sirve como puente entre el peso crucero y el peso pesado.

Lo que jamás se podría haber imaginado el colombiano es que unos meses más tarde, por portar orgulloso el cinturón que lo distingue en la élite del boxeo, viviría un episodio tan curioso como incómodo al ser confundido en su país con un traficante de oro.

“Un policía en el aeropuerto pensó que el cinturón lo había comprado en Colombia y que lo llevaba relleno de oro para traficarlo en Canadá, que es donde vivo. ¡Imagínate!Alegaba de que yo tenía que haber certificado que me había ganado ese cinturón”, relató Rivas en diálogo con Boxeo de Colombia.

Y agregó: “Porque al parecer en Colombia se está contrabandeando oro, él quería que yo le certificara cómo me había ganado el cinturón. Incluso él buscó en internet y le salía toda la historia de la pelea, pero de todas formas quería que le mostrara un certificado”.

Después de alrededor de una hora sin poder convencer al oficial, Rivas relató que llegaron agentes de laDIAN que sí lo reconocieron y hasta le pidieron tomarse fotos con él.“Les dije que el papel que yo hago en la vida es de ser deportista. Les dije que gané ese cinturón entrenando, comiendo y durmiendo, matándome con otro tipo encima del ring. No tengo un papel que diga ‘Óscar Rivas campeón del mundo’”, concluyó.