Pese a que en nombre propio no significaban el mayor atractivo posible, Vergil Ortiz Jr. y Serhii Bohachuk dieron un gran espectáculo de principio a fin en Las Vegas, que dejó a muchos fanáticos con ganas de una segunda entrega. Por lo pronto, en este primer capítulo el que se terminó imponiendo fue el estadounidense por decisión mayoritaria.
¿Quién ganó la pelea entre Vergil Ortiz Jr. y Serhii Bohachuk?
Las tarjetas de los jueces dieron 113-113 y 114-112 en dos oportunidades y así el norteamericano se quedó con el título interino del CMB en la categoría superwelter. Para muchos el resultado no fue del todo justo, ya que Ortiz Jr. protagonizó dos caídas, por lo que se entiende que, para que finalmente resulte triunfador, los encargados de juzgar el combate lo vieron ganar la mayoría de los asaltos, algo que pudo haber sucedido pero no con tanta claridad.
El transcurso de la pelea fue intenso y lo que dominó la escena fue la distancia corta,donde ambos parecían sentirse más cómodos para lanzar sus uppercuts y sus ganchos a las zonas blandas. Cuando se alejaban un poco el jab se hacía protagonista, pero enseguida acortaban los espacios.
El clinch casi no existió, ya que, sacando oportunidades excepcionales, no existían abrazos ni para descansar ni para recuperar energías. Ambos pugilistas estaban dispuestos a ir a la guerra y así lo demostraron en todo momento, lo que generó una ovación de pie por parte de los presentes cuando sonó el campanazo final.
En el primer asalto, Bohachuk conectó a un Vergil que apoyó su rodilla a la lona y, pese a que enseguida negó con su cabeza que había sufrido una caída, finalmente se la dio como tal tras la revisión oficial. Más adelante en el combate, específicamente en el octavo asalto, Ortiz volvió a caer producto de una buena mano del ucraniano y nuevamente el estadounidense afirmaba que se trataba de un resbalón.
De cara al final del combate, ambos dejaron caer algunas de sus mejores combinaciones y sacudieron a su rival, pero nunca lo suficiente como para ponerlo en verdaderos apuros. La resistencia fue fundamental y, finalmente, terminó impactando más sobre los jueces el volumen de golpes que lanzó Ortiz Jr. que la estrategia de Bohachuk.
