El octágono de la UFC es ese lugar en el que muchos van en la búsqueda de sus sueños y también el salvataje económico. Claro, el ser bueno en algo tan brutal como darse de golpes con otra persona tiene sus consecuencias, pero también sus beneficios y permite que sea una actividad en las que muchos protagonistas de bajos recursos económicos se incorporen para tratar de encontrar una alternativa en su vida.

Por eso, cada oportunidad que da la organización no se puede desperdiciar y en cada presentación hay que mostrar lo mejor de sí. El incentivo que ofrece la UFC no es para nada despreciable: el mejor nocaut de la noche se lleva 100.000 dólares.

En este contexto, es habitual ver que los combates de la cartelera preliminar sean aquellos que más espectáculo le dejan a los fans, teniendo en cuenta que son protagonistas aquellos luchadores que están buscando darse a conocer y marcar una diferencia económica con sus combates.

Una vez entrada la velada, los nombres de mayor prestigio y quienes ya tienen un camino hecho, no buscan tanto la espectacularidad sino más bien el triunfo, aunque eso no quita que haya momentos apasionantes en las mejores peleas de la noche.

El KO de Max Holloway a Justin Gaethje fue el ganador en UFC 300

Claro, la mejor finalización de la jornada la determina la organización y es por eso que es habitual ver a los luchadores pedir por su premio al terminar un combate.

“Dana, quiero esos 50.000”, dijo alguna vez Conor McGregor cuando estaba dando sus primeros pasos sin saber en lo que se terminaría convirtiendo. Nadie se quiere quedar afuera del pozo grande y por eso, en la entrevista post lucha, aquellos que sienten que son merecedores del premio se toman un segundo para hablarle al presidente de la organización y pedirle esa gran suma de dinero por el espectáculo que acaban de brindar.

Conor McGregor pidió por sus 50.000 dólares cuando era una joven luchador. (GETTY IMAGES)