Juan Manuel Vargas ha estado en algunas generaciones de la Selección Peruana, como la del ‘Chorri’ Palacios, Nolberto Solano, Jefferson Farfán y Christian Cueva, con este último contó una anécdota que tuvieron cuando vestían la ‘blanquirroja’ y ‘Aladino’ quiso entrar a la broma y nombró a alguien que no le gustó al ‘Loco’.

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En el programa de ‘La fe del Cuto’, el exjugador de la Selección Peruana cuenta lo que sucedió en esa concentración con Christian Cueva: “Mira, su gorra quedó por un lado y su cabeza por el otro (risas). Yo a ‘Cuevita’ lo quiero mucho. Hablamos a veces, incluso, con los temas que ha tenido ahora último, que lo han criticado. Lo he llamado para apoyarlo y hemos conversado de la familia”, comenzó diciendo Juan Manuel Vargas.

Lo que pasa es que este es ‘Piraña’, pues. Es barrio. Había acabado la Copa América de Chile y Ricardo Gareca nos dejó libres. Salimos en grupos y llegamos al hotel como a las cuatro de la mañana. Escuchamos ruido en uno de los cuartos, entramos y los muchachos estaba ahí, alegres, y Christian Cueva estaba con su gorra volteada”, contaba el exjugador de la Fiorentina.

Jefferson (Farfán) me empieza a joder, a molestarme y este (Cueva) suelta un nombre, la ‘innombrable’. Yo dije: ‘este chiquillo está malcriado’. Se me acercó y le metí un ‘soplamoco’ tan fuerte, que su gorra se fue para un lado y su cabeza por otro. Se picó y me quiso agarrar a botellazos...”, comentó el ‘Loco’ Vargas entre risas.

Juan Manuel Vargas siguió contando la anécdota: “Me tuvo que agarrar Claudio Pizarro, mientras que los otros lo sacan a Christian. Eran como las 5 de la mañana, no sabía en qué cuarto estaba escondido y empecé a tocar puerta por puerta. ‘Sal, pues, méteme el botellazo’, le gritaba. Salió Solano y me dijo: ‘¿Qué pasa?’ Nada, le respondí, y seguí tocando”.

Estaba loco, porque me quería tirar un botellazo. Menos mal que lo agarraron, porque si no me lo aventaba. Hasta que lo encontré en su cuarto y le dije: ‘Cómo vas a hacer eso, para que dices ese nombre’. Se disculpó y nos amistamos. Al día siguiente, lo encontré y ‘santo remedio’, estaba calladito, tomando su desayuno. No decía nada, ya se le había pasado lo ‘Pirañón’, pero es buen chico’”, finalizó el exfutbolista de la Fiorentina.