Cuando su incorporación al Inter parecía un hecho, desde Italia detuvieron las negociaciones con el delantero de Boca por miedo a sanciones de FIFA. El pase del jugador está triangulado.
Parecía un hecho desde antes de acabar el 2015: Jonathan Calleri tenía más futuro en Italia que en Argentina. Así es que el Xeneize buscaba a un delantero para suplir a Daniel Osvaldo, quien en las próximas horas se incorporaría a los entrenamientos.
Sin embargo, por ahora, el delantero está en la pretemporada xeneize sin fecha para firmar con Inter: es que se descubrió que el grupo inversor, que compró su pase a 12 millones de euros, habría inscrito al futbolista en Deportivo Maldonado, un club de la Segunda División de Uruguay.
Triangulación que condena FIFA, el ente madre que más que nunca está siendo muy estricto con las irregularidades en las transferencias de los jugadores.
El periódico italiano La Gazzetta dello Sport aseguró que, en estas condiciones, Inter no haría efectivo el traspaso, y Calleri finalmente se quedaría en Boca. El lunes ya debía haber firmado con la institución europea, que lo habría prestado al Bologna.
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