Zinedine Zidane tuvo una charla de sus jugadores para convencerlos de que La Liga aún no está perdida y exigirles mayor compromiso en la recta final.
Nadie quiere decirlo en la Casa Blanca, pero con el empate ante Málaga, que dejó al equipo a nueve puntos del Barcelona, comenzó a generarse la sensación de que ganar el torneo doméstico es una utopía.
Sensación que no comparte Zinedine Zidane, quien esta misma mañana se reunió para tener una conversación con su plantilla a la que le dejó terminantemente “prhoibido bajar los brazos”.
El entrenador sabe que será difícil, pero les ha pedido a sus jugadores dar batalla hasta que ya no existan posibilidades matemáticas. Y es que si Barcelona no fuera Barcelona, los nueve puntos de ventaja sobre 39 posibles serían poca cosa.
Real Madrid tiene por delante el derby capitalino, un partido que será muy importante para el ánimo del equipo, envalentonándolo de conseguirse una victoria y terminando de hundirlo en el caso de que el resultado no sea el esperado.
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