El coronavirus comenzó en Asia, llegando rápidamente a Europa. Los casos, que se fueron sumando con el correr de los días, hicieron que las distintas competiciones deportivas se jueguen a puertas cerradas, algo que ahora aplicaría la NBA.

Luego de que se registren 245 casos de personas que sustrajeron el COVID-19 en Estados Unidos, con 15 muertes, la liga de básquet decidió comunicar, a través de un memorándum, que los equipos deberán prepararse para jugar a puertas cerradas.

En lo difundido se les avisa a las franquicias que, si es necesario tomar la medida debido al brote del virus, deberán estar preparados para jugar a cancha vacía.

Solamente podrán estar en los estadios el personal esencial para que se desarrollen los encuentros. Esto se refiere a entrenadores, jugadores, árbitros y, lógicamente, todos aquellos que trabajen en las instalaciones.

Este mismo viernes Steve Clifford, entrenador de Orlando Magics, abandonó el partido de su equipo ante los Timberwolves, por sentirse enfermo. Clifford fue derivado de inmediato a un hospital de Minnesota encendiendo todas las alarmas.