Este sábado, Liverpool no pudo ganarle al Everton de Carlo Ancelotti, equipo al que horas antes Jürgen Klopp lo categorizó como uno de los candidatos a ganar la Premier League.
En el Derby, los Reds no pudieron vencer a una de las sorpresas de la Premier League y estuvieron muy incómodos durante los noventa minutos.
Pese a que a los dos minutos ya había anotado un gol, Sadio Mané estuvo lejos de jugar su mejor partido y una de las responsabilidades de ello fue la defensa del Everton.
En la segunda parte, el africano tuvo un duelo individual con Yerry Mina, quien lo tiró al piso después de ir con mucha intensidad a un balón dividido.
Mané, enojado por la fuerza del colombiano, le puso la traba al defensor y lo hizo caer sin que el árbitro se de cuenta.
Sí, una jugada muy polémica porque el del Liverpool ya tenía amarilla y podría haberse ido expulsado.