La Superliga Europea sufrió su golpe más duro ayer cuando el Gobierno central de España se posicionaba a favor de quienes pretenden dinamitar el proyecto. Andrea Agnelli, Florentino Pérez y Joan Laporta tuvieron reuniones a lo largo de la noche para aceptar lo que fue una derrota inesperada para los presidentes. Lejos de rendirse, así se reinventarán.

Por medio de un documento filtrado a los medios más importantes de la península, la Superliga Europea anunció modificaciones en sus estatutos que pretenderán atraer a nuevos equipos al proyecto. Unos que seguramente no hiciesen parte de esa primera lista de 15 que buscó Florentino Pérez en el Chiringuito y al que el propio presidente del Real Madrid llamó: “Menores”.

“La Champions actual, dirigida y operada por UEFA, la autodenominada reguladora de las competiciones futbolísticas en Europa, no ha cambiado en casi 30 años y se ha vuelto rígida y aburrida. Hemos escuchado a los fans y no queremos una liga cerrada para siempre”, aseguran en dicho documento los tres clubes que quedan en el proyecto.

La ‘nueva’ Superliga

El escrito cuenta con 10 apartados donde dejan en claro nuevamente que no pretenden abandonar las ligas locales, que se elimina el concepto de clubes permanentes en el torneo, que piensan seguir luchando contra el sistema roto de UEFA, que es justamente Ceferin y compañía quienes les han empujado a esto, que no habrá lugar ahora para los clubes estado, que solo ofrecerán partidos del primer nivel, que se sitúan en contra del nuevo Fair Play Financiero, que no comprenden el sistema solidario de UEFA y que la Unión Europea no tiene el control del fútbol.

Por último pero no menos importante, dejan en claro que clubes de grandes ciudades localizados en estados pequeños no pueden competir en UEFA, una declaración que de momento no cuenta con una interpretación generalizada de los medios, quienes aseguran que la Superliga teme ahora por su futuro en Bruselas. ¿El principio del fin?